TW
0

El Govern balear afronta su turno en la presidencia rotatoria de la Eurorregión, conjurando la dos principales amenazas que pesan para su consolidación. Por un lado, intenta que la Comunidad Autónoma de Aragón se incorpore a la misma. Por otro, que la región francesa de Languedoc- Rosellón no la abandone.

En diciembre, cuando el president Antich, asumió la presidencia de la Eurorregión Pirineos-Mediterráneo (formada inicialmente por dos regiones francesas y tres comunidades españoles), uno de sus promotores, el presidente de Languedoc, George Freche, advirtió que la abandonaría si durante la presidencia balear no cambiaba su funcionamiento, cambiaba el sistema de financiación y se convertía en un organismo con poder ejecutivo.

Ese mismo mes, el director general de Acció Exterior,Jordi Bayona, inició una suerte de «ofensiva diplomática». Ayer, exhibió su resultado: una carta de Freche a Antich en la que este le manifiesta su voluntad de cooperar. En relación a Aragón, el conseller Moragues dijo que confía en que esa comunidad se reintegrará este año a la estructura de la Eurorregión.