Visita relámpago a la Catedral para descubrir la obra de Gaudí y Miquel Barceló

Los canónigos de la Catedral Gabriel Alemany y Joan Bestard resumieron a Merkel y a Zapatero las dos propuestas artísticas. De Gaudí destacaron el baldaquino que diseñó, cuya maqueta se encuentra ubicada sobre el altar. Ambos recordaron que sería imposible llevar a cabo el proyecto del artista catalán porque pesaría demasiado y pondría en peligro la estructura del edificio gótico.

Después accedieron a la capilla del Santíssim. Zapatero todavía no había visitado la obra de Barceló, que gira en torno a la multiplicación de los panes y los peces y las bodas de Caná, de ahí que aprovechara la cumbre para quitarse la espinita. Aún así, los escasos diez minutos del tour no le bastaron, por lo que aseguró que regresará en otra ocasión junto a su esposa, Sonsoles Espinosa, quien está muy interesada en conocer la intervención del mallorquín.

El presidente del Gobierno demostró conocer bastante bien la trayectoria de Barceló, todo lo contrario que Merkel, quien desconocía por completo quién era el artista nacido en Felanitx. Fue Zapatero quien le informó que Barceló está trabajando en un proyecto que se ubicará en la cúpula del edificio que Naciones Unidas tiene en Ginebra, además de comentarle su pasión por Àfrica y, en concreto, por Mali, donde tiene un taller y de donde surgió el mural cerámico de la capilla del Santíssim, que representa el mar Mediterráneo.

Lo que más sorprendió a la canciller alemana fue la amplitud de la Seu. Además, el hecho de que tanto Joan Bestard como Gabriel Alemany hablaran en alemán permitió que Merkel conociera los entresijos de la obra de Gaudí y Barceló sin traductores de por medio, con todos los detalles posibles.