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María José Besora estuvo anoche en Palma, en un local, presentando una nueva forma de ocio para las noches de los jueves.
La que fuera miss España 1998 dice que no le ha afectado para nada la desaparición de Aquí hay tomate, al que califica de «programa muy divertido», porque nunca se metió con ella.

María José pasa de puntillas por donde otras montan el escándalo. «Debe de ser porque jamás he tenido líos ni me los he buscado, sino que me he ceñido a mi trabajo. Puede que alguien busque la polémica porque ésta es noticia; porque cree que así se mantiene en el candelero. Pero no es mi caso».

Tras dejar claro que el concurso de Miss España no es un concurso de inteligencia sino de belleza, considera que las hay que tras haber sido miss España se han dado cuenta de que lo que conlleva no les gusta, y lo dejan; otras, que al casarse, lo dejan todo para estar con su pareja; y otras que han visto que el concurso ha sido un trampolín y lo han aprovechado, unas metiéndose en el mundillo del cine, otras en el de la pasarela.

«¿Que dónde estoy yo? Estoy con las luchadoras. Y como esto me gusta, aunque sea despacito, voy a seguir».
María José está, como quien dice, a punto de viajar a Brasil y Costa Rica, a trabajar como modelo. «Eso es lo más inmediato, ya que tengo otros proyectos. Quiero decir que no me quejo». Aparte del modelaje, Besora ha hecho teatro y ha presentado programas de televisión.

«Me gustaría seguir haciendo televisión, pero tampoco haría cualquier cosa». Soltera y sin compromiso «gracias a Dios», hace años estuvo en La isla de los famosos. «Entré en lugar de una que se cansó, y a los diez días me echaron. Lógico, tenían que quedarse los que llevaban allí más tiempo. De lo que sí me di cuenta en el tiempo que estuve, es que es un concurso más psicológico que otra cosa, donde las situaciones límite se suceden».

Pedro Prieto