El hotel del Palacio de Congresos de Palma tendrá definitivamente 9 plantas, está concebido como un edificio integrado y para el arquitecto de la obra, Patxi Mangado, «este diseño es mucho mejor. El número de habitaciones orientadas al mar es infinitamente mayor, aumenta la relación entre superficie útil y superficie construida a través de una mayor compacidad, frente a la dispersión del anterior proyecto», señalaba ayer el arquitecto navarro en la presentación del nuevo diseño.
Al estar concebido el proyecto como un edificio integrado, ya que se pasa de dos bloques a uno, se reduce la superficie que debe ser edificada en 5.609 metros cuadrados, así como el número de habitaciones, que pasa de 273 a 270. El edificio tiene dos cuerpos distintos, uno de nueve alturas con un anexo de seis plantas, «cuya altura máxima no supera por un metro la del edificio de Gesa», apuntó Mangado.
El arquitecto, tras mostrarse satisfecho por cómo se ha resuelto el proyecto, dejó claro que, «yo siempre defendí que hotel se hiciera en un único bloque y no en dos, ya que por coherencia arquitectónica me parece mejor».
En la presentación del nuevo proyecto estuvieron presentes la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, el conseller de Turisme, Francesc Buils, la gerente de Urbanismo, Yolanda Garví, y el gerente de Palau de Congressos Palma de Mallorca, Mateu Crespí.
Las obras de excavación, según explicó el arquitecto, «podrán comenzar en dos o tres semanas, durante la primera quincena de marzo».
Preguntada la alcaldesa en cuanto a la necesidad o no de realizar una modificación de Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma para permitir los cambios realizados por Mangado en el proyecto del hotel, respondió Garví, quién afirmó que las opciones que existen son la aprobación de un plan especial y la modificación del PGOU, y añadió que ambos trámites necesitan de un plazo «similar, por lo que no supondrán un retraso en la ejecución del proyecto».
Para la finalización de los trabajos se prevé un plazo de 30 meses, por lo que podría inaugurarse en el otoño de 2010 o principios de 2011. El conseller Buils aseveró que lo importante no es llegar a las elecciones de 2011, «sino que el Palacio de Congresos esté funcionando desde ya y que el primer día esté lleno».
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