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El balance metereológico de los últimos siete meses en Balears está siendo muy contradictorio. Así, frente a la sequía que se está produciendo en el resto del país, donde padecen el semestre más seco de los últimos 60 años, en el sur y centro de Mallorca las precipitaciones han sido superiores a la media.

Así, desde principios del mes de septiembre hasta el 19 de febrero las precipitaciones caídas en Palma han sido un 26 por ciento superiores a la media. Por el contrario, en lo que va de año se ha invertido la tendencia y ha llovido un 60 por ciento menos de lo normal. En otros lugares como en Port de Pollença la escasez de precipitaciones ha sido aún mayor, ya que ha llovido un 79 por ciento menos de lo normal.

Hasta que no finalice el mes de febrero es pronto para hacer comparaciones, pero por lo general los meses de enero y febrero suelen ser lluviosos en las Islas, o al menos uno de los dos meses. No obstante, a falta de más de una semana para terminar el mes se han registrado años en los que aún ha llovido menos, como es el caso de 1983, cuando en enero no llovió nada y en febrero cayeron 16 litros en el aeropuerto de Palma.

El director del Centro de Meteorología de Balears, Agustí Jansà, explica que el balance meteorológico balear es muy diferente al de la Península, ya que en las Islas las precipitaciones fueron muy abundantes durante el otoño, especialmente en octubre, lo que hace que no se haya registrado ningún record.

Esto ha permitido que los embalses de se encuentren en una situación muy buena. El Gorg Blau está al 82'5 por ciento de su capacidad, un 19'74 por ciento más que hace un año. El de Cúber está al 90'66 por ciento de su capacidad, un 3'01 por ciento más que hace 12 meses.

En total, los embalses palmesanos están al 85'69 por ciento de su capacidad.