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La apertura de Son Espases se retrasará cinco meses y la paralización de las obras por parte del Govern para estudiar alternativas va a tener un sobrecoste de 1'3 millones de euros. Ésta fue la información que difundió ayer la portavoz del grupo popular, Rosa Estarás, durante una pregunta formulada al president Antich sobre las previsiones económicas del Govern en relación al nuevo hospital de referencia. «¿Qué coste ha tenido para los ciudadanos la paralización de las obras de Son Espases?», preguntó Estarás. Antich replicó que «estamos haciendo inversiones muy importantes en Son Espases, pero más adelante podremos hablar de números exactos». En su segunda intervención, Estarás citó varios informes elaborados por IB-Salut sobre las obras. En concreto, la portavoz del grupo popular dijo que la empresa que construye el hospital había solicitado 2'5 millones por tener paralizada la obra durante dos meses, aunque el IB-Salut señala que «la cifra resultante era aproximadamente la mitad de lo que solicitan». Además, el informe interno sobre las obras de Son Espases reconoce que, además de los dos meses de retraso por la paralización decretada por el propio Govern, se producirán otros tres meses de demora por los trabajos de arqueología. «Las obras podrían estar terminadas en enero de 2010. Lamento que la oposición sepa más que usted. Debería dar toda información a esta Cámara. Si no lo hace, no está legitimado para ser presidente», acusó Estarás. En su respuesta, Antich lamentó el tono del final de la intervención de Estarás y dijo: «Cuando lo sepa, se lo daré a todos. Lo que no haré yo es decir que el Palma Arena costará 30 y al final resulta que ha costado 90 millones. Ni facturaré el mitin del señor Zapatero. Lo pagaremos nosotros», subrayó.

Durante el pleno, y a preguntas de un diputado socialista, el conseller de Presidència, Albert Moragues, aseguró que la ayuda de 450.000 euros a un proyecto no ejecutado en Perú fue aprobada por el anterior Govern con un informe en contra de intervención de la Comunitat Autònoma. La ONG, con sede en Madrid, tenía que instalar una desaladora en Perú, pero finalmente no pudo porque no funcionó. El Govern ha iniciado las gestiones para recuperar el dinero mientras la ONG solicita más dinero.