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S.C./R.C.
Los empresarios de la hostelería y los representantes sindicales de los trabajadores constituyeron ayer la mesa de negociación del XIII Convenio de Hostelería de Balears con la intención de empezar la negociación del convenio colectivo del sector, que afectará a unos 100.000 trabajadores, después de la Semana Santa. Una negociación que se prevé larga y difícil.

La repercusión de la rentabilidad de las empresas en los salarios de los trabajadores del sector, mejoras en materia de conciliación y para los fijos discontinuos son algunas de las reivindicaciones propuestas por los sindicatos UGT y CCOO, que inicialmente acuden a la negociación del convenio por separado.

Empresarios
Mientras que desde el sector empresarial se pide a las centrales sindicales que actúen con «responsabilidad» en la negociación del convenio colectivo. Así lo indicó ayer Aurelio Vázquez, presidente de la Agrupació Cadenes Hoteleres, miembro de la junta directiva de la patronal y que intervino en representación de la misma, que dispone en la mesa de 15 integrantes.

Vázquez señaló que las negociaciones deben realizarse sobre las coordenadas de «la situación que tenemos actualmente», destacando el millón de pernoctaciones perdidas durante 2007, después de recordar que la hostelería «arrastra una retracción en la apertura de hoteles» desde hace años.

Por su parte Antonio Copete, secretario general de la Federación de Hostelería de la UGT, sindicato mayoritario en el sector, con 9 representantes en la mesa, abogó por conseguir mejoras salariales y laborales para los trabajadores» por encima del IPC, y lo mismo argumentó Àngeles Sánchez, secretaria de la Federación de Hosteleria de CCOO, con 6 representantes en la mesa, quien además abogó por medidas para conciliar la vida laboral y familiar.

El conseller de Turisme, Francesc Buils, por su parte pidió «prudencia» a sindicatos y patronal para conseguir un convenio colectivo que satisfaga a todos y que no provoque conflictos en el sector de la hostelería.