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El pleno del Consell Escolar aprobó ayer el informe sobre el proyecto de Decreto por el que se establece el régimen de admisión de alumnos y en el que, finalmente, se incluye la propuesta a la Conselleria d´Educació de aplicar unos nuevos criterios de baremación para la adjudicación de plazas escolares. No obstante, este informe se aprobó con seis abstenciones y seis votos en contra, entre ellos los de los representanes de Escola Catòlica, que no ven necesario «modificar un sistema de puntuación que ya lleva varios años y que ha funcionado bien», señaló Miquel Batle.

Los criterios de baremación planteados dan prioridad al domicilio familiar por encima del laboral, suprimen la puntuación por antigüedad en ese domicilio, eliminan los puntos por zona limítrofe y dan preferencia a las familias numerosas en los puntos por renta.

La patronal de los centros religiosos no está de acuerdo tampoco con la recomendación incluida en ese mismo informe de que se realice un reparto más equitativo de los alumnos extranjeros, «porque si se habla de distribuir a los alumnos, lo cual nos parece bien, también se debería hablar de repartir recursos», declaró Batle.

De hecho, Escola Catòlica se opuso también a los otros tres informes aprobados ayer por el órgano superior de consulta y participación del sector educativo sobre los proyectos de decreto por los que se establecen los currículum de Primaria, de Secundaria y la ordenación general de la enseñanza. En estos tres casos, Escola Catòlica votó en contra por la recomendación incluida en ellos de que la Conselleria saque del horario lectivo la asignatura de Religión en Primaria y en Secundaria.

Por su parte, el Stei-i también aportó algunas propuestas, como la de que cada centro reserve tres plazas por aula en Infantil, Primaria y ESO, «que se mantendrán reservadas todo el curso si no son ocupadas por alumnos de fuera».

Ahora la Conselleria deberá estudiar los informes del Consell Escolar y decidir si incluye en los decretos o no algunas de las recomendaciones realizadas.