La huelga provoca en dos días la suspensión de 6.138 consultas especializadas y 173 operaciones

Todo ello sin contar las miles de consultas de Atención Primaria que tampoco se llevaron a cabo y no han sido contabilizadas y las consultas especializadas e intervenciones quirúrgicas que fueron reprogramadas antes de que comenzara la huelga.

Mientras tanto los centros de salud y los hospitales iban recuperando ayer, poco a poco, la normalidad y desde las gerencias de los hospitales y de Atención Primaria se ponían manos a la obra para intentar reprogramar toda la actividad suspendida con motivo de la protesta.

El conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs, pidió ayer públicamente a la directiva del Sindicato Médico Libre de Balears (SMLB) que desconvoque la huelga, prevista para los días 12, 13 y 25 de marzo, para sentarse a negociar e intentar buscar entre ambas partes un acuerdo lo más satisfactorio posible para todos.

Por su parte Isidro Torres, secretario general del Sindicato Médico, se mostró ayer «muy satisfecho» por el apoyo recibido por los médicos y esperanzado en que, desde el IB-Salut, se les cite a una próxima reunión que permita desbloquear el conflicto.

Mientras que desde el Colegio Oficial de Médicos de Balears (COMIB) sostienen que «el seguimiento de la huelga de médicos, demuestra la gravedad de la situación de los médicos de la sanidad pública» y se pide a ambas partes que intenten alcanzar un acuerdo para no perjudicar más a los ciudadanos de las Islas.

Críticas
La diputada popular y ex consellera de Salut i Consum, Aina Castillo, calificó ayer la actitud de Vicenç Thomàs, durante la huelga, de «irresponsable» y lamentó el perjuicio que este conflicto «que no se ha sabido gestionar por parte de la Conselleria» ha podido causar a miles de ciudadanos de las Islas.

Quien también se mostró crítica fue la presidenta de la asociación El Defensor del Paciente, Carmen Flores, que ayer remitió una carta al conseller Thomàs exigiéndole que tome medidas que pongan fin a la huelga sanitaria. Flores advirtió que «cuando se pone en peligro la salud pública no caben huelgas» y expresó su confianza en que «de una vez» las partes se sienten a hablar con «buena voluntad e interés» para poner fin al conflicto y no perjudicar más a los usuarios de la sanidad pública.