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J.T.B. Tras una campaña muy mediática, la más mediática de todas las campañas, tanto María Salom,cabeza de lista del PP, como Antoni Garcías, número uno de la del PSOE, aprovecharon la jornada de reflexión para eso, para reflexionar y ocultarse de los focos.

Garcías pasó buena parte de la jornada en la cama. El estrés de la campaña, o lo que fuere, le noqueó en el último momento. Declinó las tradicionales fotos de la jornada de reflexión que publican los diarios. Un portavoz dijo que estaba permanentemente informado de lo que pasaba y que pedía disculpas a los medios por no poder antenderles.

Tampoco la candidata 'popular', María Salom, quiso posar para los medios.
«Disculpad pero es un día especial. Ayer [por el viernes], hablamos Antoni Garcías y yo. Decidimos que ya que habíamos suspendido la campaña, por el antetado de ETA, también debíamos suspender las fotos de la jornada de reflexión».

Salom se pasó el día con su familia. Fue al supermercado por la mañana y por la tarde se quedó en casa con su marido y su hija.
Pere Sampol, cabeza de lista de Unitat, se reunió por la mañana con los medios de comunicación que se lo habían solicitado y explicó que iba a dedicar la mañana a trabajar en su finca, muy desatendida estos días. Se encaramó a un árbol, podó ramas y también repasó la tierra. Por la tarde, tras la sesión fotográfica, desconectó el móvil habitual.

La candidata más militante fue Marisol Ramírez que hizo de todo en la jornada de reflexión. Primero se «concentró» en la Plaza de España, donde enseñó el carné a la policía (como otras muchas personas); después se fue con amigos; luego a pasear con su hija por el parque de Sa Faixina, el del monumento al crucero «Baleares». Ese fue el marco que eligió Ramírez para su foto de reflexión. Se puso una mordaza de color lila, el que identifica al movimiento feminista.

Garcías, Salom, Sampol y Ramírez tenían previsto ver la tele y oír la radio. Todos tienen en mente lo que sucedió hace cuatro años.
En Menorca la mayoría de candidatos y candidatas sí cumplieron con el rito de dejarse fotografiar durante la jornada de reflexión.