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Hay que descubrirse ante Antoni Garcías. Durante su entrevista electoral con este diario sostuvo, y acertó, que el PSOE superaría en votos al PP. Se ríe al recordarlo. Y argumenta: «Desde el primer momento lo vi claro. Sin encuestas ni nada, sólo fijándome en el comportamiento electoral de los socialistas». Tiene claro las causas del batacazo del PSOE en 2000. «Confundimos al electorado que no entendió ese pacto que hicimos con Izquierda Unida para el Senado», recuerda. Perdieron a los votantes del centro que, desde entonces, han ido volviendo al Partido Socialista.

Garcías no se duerme en los laureles. Sabe que a su partido le falta ser el más votado en Mallorca y, en Palma. «Hay que ganar en Palma, nos falta Palma; si ganamos en Palma, ganamos en Mallorca. Hemos tenido unos resultados magníficos en la part forana y nos ha faltado Palma, que se nos resiste», dice.

«Sí, parte del voto de los partidos que han formado Unitat han venido al PSOE», dice en otro momento de la conversación.
Idea suya
«He intentado hacer una campaña tranquila, que algunos han considerado gris, pero es que ésa es mi forma de ser, yo no pienso que la crispación deba marcar la campaña electoral», dice. Y revela que fue él quien apostó por el debate a cuatro en la tele. Aunque eso supusiera alejarse del bipartidismo imperante: «Algunos compañeros me dijeron que era un error y aunque yo me sentí incómodo, no fue mi mejor debate, pienso que era necesario. Cuantas más voces, mejor».

En clave local, Garcías ve al president Antich y a su Govern «muy reforzado». Augura que ahora está en su mejor momento pero avanza que el PSOE será leal con todos sus socios.

Y un compromiso: «Está claro que recordaré al presidente del Gobierno sus compromisos con Balears». Y un deseo: «El primer objetivo es cambiar el sistema de financiación; ojalá tengamos al PP colaborando con nosotros y que mantenga lo dicho en campaña».