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El ex celador municipal de Andratx Jaume Gibert aceptará auto inculparse ante el tribunal y dirá «toda la verdad» con el objetivo de obtener penas de cárcel más benévolas, que se fijarán tras el desarrollo de los juicios de aquellas piezas en las que comparecerá en calidad de acusado. Ese es parte del acuerdo verbal sellado hace un mes por la Fiscalía Anticorrupción, el abogado defensor de Gibert, Juan Luis Matas y los letrados de las acusaciones particulares, Maribel Fluxá y Miguel Borrás, en presencia del entonces titular del Juzgado de Instrucción 12 de Palma, Àlvaro Latorre. De hecho, esa fue una de las últimas decisiones que adoptó el juez Latorre antes de asumir la plaza de Primera Instancia 17.

La pieza fue declarada secreta, situación que duró un mes. Ayer, al hacerse público el pacto alcanzado entre Gibert, el fiscal y las acusaciones particulares, las reacciones no se hicieron esperar.

Algunos de los abogados defensores rehusaron opinar hasta conocer «de primera mano» los detalles de ese acuerdo, entre ellos, Rafael Perera, letrado de otro de los imputados en la causa, el ex alcalde de Andratx Eugenio Hidalgo. «Esto es nuevo para mí y no quiero realizar declaraciones sin saber de qué estoy hablando», señaló.

Más explícito fue Miquel Capellá, el abogado del ex director general d'Ordenació del Territori Miquel Massot: «En abstracto, la confesión tras un pacto de conveniencia tiene poco valor jurídico y moral», afirmó.

En principio, ninguno de los abogados de Hidalgo y Massot temían «un cambio significativo» en la instrucción de la causa por el acuerdo alcanzado por uno de los imputados.

Otros letrados cuestionaron la validez de la firma de pactos entre imputados y Fiscalía en plena instrucción de la causa, aunque también admitieron que en los tiempos que corren es ya «una práctica habitual».