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LAURA MOYÀ El pasado 25 de febrero, un auto del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 dio luz verde al cierre de la residencia del Centro Canino Internacional, obligando a Cort a custodiar a los animales que retirara del establecimiento. El Ajuntament iba a trasladarlos al Centre Sanitari Municipal de Protecció Animal de Son Reus, una idea que Juan Gil, presidente de la instalación, no apoyaba. Ahora, y para dar salida a la situación, el Consell de Mallorca se compromete a acoger a los animales y ubicarlos en una perrera de Sencelles.

De esta manera, la institución insular se encargará de pagar el alquiler de la nueva residencia hasta que se arregle el tema de los permisos y el Centro Canino, de la manutención. Cabe recordar que el establecimiento de Es Pil·larí posee licencia de instalación para centro de cría de animales, pero su residencia carece de licencia de apertura y funcionamiento que fue solicitada en septiembre del pasado año.

Se prevé que los animales regresen al centro en unos tres o cuatro meses, una vez que los problemas se hayan resuelto. El Consell está estudiando que también se impliquen Cort y el Govern.

El traslado de los cerca de treinta perros que permanecen en la instalación y que debían ser reubicados empezará este fin de semana, según Juan Gil, quien se mostró «muy contento» de la decisión tomada por el Consell. Desde la institución insular aseguraron ayer que su resolución se debe a «la voluntad de hacer efectiva una solución al problema del Centro Canino». La iniciativa sigue la dinámica iniciada hace unos días con la firma de un convenio de colaboración con el Ajuntament y el Ejecutivo para elaborar un Pla de Protecció Animal, cuyo objetivo es buscar una salida efectiva para los animales de compañía abandonados.

El Centro Canino es una entidad privada sin ánimo de lucro que tiene como finalidad continuar la labor que inició hace 30 años Jane Reynolds en defensa de los animales abandonados de Mallorca, bajo el lema de no sacrificarlos.