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Gringo, Pinto, José o Fox son algunos de los quince perros que fueron trasladados ayer del Centro Canino Internacional a unas instalaciones privadas en el término municipal de Sencelles.

El día de ayer fue muy duro para el presidente de la Asociación del Centro Canino, Juan Gil, y para los voluntarios que cuidan a los animales. Algunos de ellos no pudieron evitar las lágrimas, especialmente a la hora de subirlos a las furgonetas en las que los trasladaron. Los animales, tanto los que se quedaban como los que se iban, estaban especialmente nerviosos y no paraban de ladrar. Quizás era su manera de expresar que no querían separarse.

Cuki es una de las voluntarias que acude habitualmente al Centro Canino, ubicado en las inmediaciones de Es Pilarí, a sacar a pasear y a cuidar a los perros. «Las nuevas instalaciones no están mal, pero es más frío. Además, los voluntarios lo tendremos más complicado para ir, porque está más lejos», explicó. No obstante, asegura que irán donde haga falta para cuidar a los animales y expresó su satisfacción porque los perros no hayan tenido que ir a Son Reus.

El presidente de la Asociación agradeció la colaboración del Consell de Mallorca, ya que ha asumido el coste de las instalaciones, mientras que el Centro Canino se hace cargo de la alimentación y el cuidado de los animales.

No obstante, Gil confía en que los animales volverán a Es Pilarí, ya que el pasado mes de septiembre solicitaron una licencia que les permita acoger a los perros. «Francina Armengol está totalmente implicada», aseguró.

Hasta la fecha, el Centro Canino Internacional de Palma únicamente tiene licencia como centro reproductor, por lo que sólo pueden estar diez hembras, las crías y un macho.

Y sólo ellos estarán el lunes, cuando el Ajuntament de Palma se persone en la zona para realizar una inspección.
«Lo que me gustaría es que la gente no comprase perros, sino que fuesen a centros de acogida, que no busquen pedigrís», aseguró Cuki. En su opinión, los perros adultos dan más cariño que los cachorros, porque son los que más han sufrido.

Al volver de las instalaciones del término municipal de Sencelles, la petición de Cuki se había hecho realidad, ya que uno de los perros que se quedaron en el Centro Canino encontró un hogar. Ahora se llama Jako y desde ayer recibe los cuidados de sus nuevos dueños, José Antonio y Àfrica.

Durante el día de hoy, todos aquellos que lo deseen pueden seguir su ejemplo y evitar que los perros que han quedado en Es Pilarí tengan que ser trasladados a Sencelles. Como dice Cuki, «mejor adoptar que comprar».