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La procesión del Martes Santo perpetuó la tradición del traslado de la imagen de la Virgen Dolorosa desde el templo de San Nicolás hasta la iglesia de La Sang. Este desfile de La Dolorosa fue el único que se celebró ayer en Palma, y en él participaron algo más de la mitad de todas las cofradías de Palma.

Antes de iniciarse la procesión, numeroso público se congregó en la explanada de Sant Nicolau y sus aledaños para ver salir a la bella imagen de La Dolorosa, obra del escultor mallorquín Guillem Galmés, que como es costumbre en esta parroquia fue expuesta a la veneración de los fieles en el altar mayor toda la quincena anterior a su salida.

A las nueve menos cuarto de la noche empezó desde San Nicolás encabezándola el grupo de Tamborers de la Sala recorriendo las calles Frederic Chopin, Tous i Maroto, Constitució, Soledat, Plaça de la Reina, Born, Joan Carles I, Jaume III, Bonaire, Bisbe Campins, Via Roma, Costa de la Sang, acabando en La Anunciación.

La representación cofrade fue numerosa en su conjunto, destacando en participación la de Real cofradía de Santiago, "que procesionó el elegante paso Santísimo Cristo de las siete palabras, junto a la Agrupación Juvenil La Salud" Cinco Llagas, La Agonía, Cruzada del Amor Divino y Cruz de Calatrava. Esta última incorporó como es costumbre el Martes Santo el paso de Jesús Humillado, que destacó un año más por su artística ornamentación floral con claveles rojos. Esta cofradía que preside José Serra y posee cuatro pasos, cuida con esmero los complementos florales de sus imágenes.

La Real Cofradía Virgen Dolorosa, tuvo ayer su protagonismo como cofradía anfitriona. Antes de salir la procesión, fue presentada a La Dolorosa por el presidente Gaspar Buades la niña Paula Llinás Serra como la cofrade de menor edad de la cofradía Cruz de Calatrava. A continuación, la junta directiva y los cofrades participaron en la misa en la que el rector Felip Guasp bendijo el nuevo estandarte, del cual se conservó el mismo bordado y cáffaro, que ha sido realizado por las monjas Carmelitas Descalzas de Palma.

Los cofrades de La Dolorosa cerraron el desfile arropando todos ellos el magnífico paso en una procesión que transcurrió lenta, aunque compacta.