La desidia del Ministerio de Fomento y de la Autoritat Portuària de Balears ha generado en los últimos diez años problemas de espacio, merma de competitividad y disminución de productividad en las empresas náuticas que operan en el puerto de Palma por no acometer su renovación, según se puso ayer de manifiesto en la CAEB en la presentación del libro «Desafíos de la Náutica de recreo y su impacto turístico en Balears».
El conseller de Turisme, Francesc Buils, afirmó ayer en este acto que la reforma del puerto de Palma debería haberse iniciado «hace diez años. «Tenemos opción de ser un puerto de referencia en el Mediterráneo y recuperar el terreno perdido».
Para dar una idea de lo que ha supuesto esta falta de decisión política y administrativa, el director general de Astilleros de Mallorca y presidente de la Asociación Española de Grandes Yates (AEGY), Diego Colón de Carvajal, ha lamentado que si bien su empresa era puntera en la construcción de barcos en el Mediterráneo en la década de los 80 y 90, ya no es así porque no han podido ampliar sus instalaciones del puerto de Palma y construir grandes yates, de más de 80 metros, que son los demandados por el mercado. «La falta de inversiones para mejorar la actual infraestructura del puerto de Palma ha impedido que empresas náuticas hayamos dejado de aumentar nuestra productividad y volumen de negocio en un 75%, afectando con ello a nuestra competitividad y actividad empresarial».
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