Carlos Falcó, gran enamorado de Mallorca, ingeniero agrónomo y presidente de pagos de la Familia Marqués de Griñón, se sincera en una amplia entrevista. Foto: JULIÁN AGUIRRE

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Carlos Falcó, marqués de Griñón, ha estado en Mallorca con motivo de la jornada «Vino y Salud», organizada por el Club Ultima Hora. Desde muy joven, 19-20 años de edad, el marqués de Griñón ya recorría la Isla al volante de un Triumph de la época, y «había unas jovencitas muy guapas», comenta recordando aquellos tiempos.

"Usted ha creado un concepto muy innovador de bodega. ¿En qué se basa y cuáles son sus proyectos?
"Cuando empecé en los años 70, los vinos se vendían a granel y yo le presenté un proyecto a mi abuelo que trataba de vender aceite y vino embotellado. El pobre hombre me miró sorprendido y dijo «pero, para embotellar hay que ser comerciante y yo soy agricultor». Mi abuelo cuando murió me dejó una parte de la finca. Ahí vi que yo tenía un compromiso moral con él, de llevar mi proyecto adelante. Y así, cuando terminé la carrera de Agrónomo y luego dos años en Estados Unidos haciendo un máster en la ciudad de California, que estaban muy avanzados en riegos y nuevas tecnologías, dije : eso lo voy ha hacer yo en Toledo. Y comencé a plantar variedades que se adapataron divinamente al clima de España, haciendo magníficos vinos de Pago y paralelamente el aceite de oliva. Por cierto también tenéis un maravilloso aceite mallorquin.

"Usted que conoce prácticamente todos los vinos del mundo, ¿qué opina del vino mallorquín?
"Ah. Eso es una historia de éxito. Yo me acuerdo que fue una revelación el vino Ànima Negra y hay vinos maravillosos. Yo creo que ésta es una Isla con muchas posibilidades, también en aceite de oliva.

"Y tambien le gusta la gastronomía. Además de ser vicepresidente de la Academia Española de Gastronomía ...
"Bueno, sí. A mí la gastronomía me parece la prolongación de mi actividad.
"Aconséjeme: un chef, un plato y un buen vino
"Tenemos la suerte de que yo creo que España se ha colocado a la cabeza del mundo en materia de gastronomía. El líder es Ferrà Adrià, que es muy amigo mío y desde el principio ha utilizado los vinos míos. Pero hay una pleya de cocineros jóvenes muy buenos. ¿Un plato? Me iría a mi región, Toledo, y te aconsejaría ir al restaurante «Las Rejas» y te recomendaría un plato que es un pisto manchego o bien una perdiz. Y el vino, cualquiera de los que yo hago (sonrie).

"Me imagino que será un orgullo para usted que su hija Sandra trabaje en el negocio familiar y Tamara, que también colaboró en la bodega, aunque ahora ha cambiado esa faceta por el mundo de la moda ¿no?

"Sí. Yo tengo cinco hijos de tres matrimonios, que van de 43 años a 10 años, la más pequeña. Entonces, de mis hijas, que son tres, la pequeña está en el colegio. La mayor, Sandra, que viene mucho a Mallorca y está casada con Jaime Carvajal, que son la familia que tienen una parte importante de La Cartoixa, es la directora de Márketing de nuestra compañía y la verdad es que me ayuda muchísimo porque en los últimos años hemos tenido una gran renovación de nuestros vinos y aceites y estamos en más de 40 países. Mi segunda hija, Tamara, también ha contribuido a la presentación de varios productos, lo que pasa es que ella ahora ha decidido dedicarse a la moda.

"Y ahora Tamara comienza a colaborar con la revista «Hola». ¿Qué le parece?
"¡Ah! sí. ¿Ya se ha anunciado? Porque me lo dijo hace unas semanas, pero me dijo que no lo podía contar. A mí me encanta. Pienso que el mundo de la moda tiene bastante relación con el mundo del vino.Es un mundo de creatividad y cuenta mucho la imaginación y el diseño.

"Por último. ¿Qué me puede contar de su experiencia con sus vinos en Estados Unidos y, especialmente, con un gran grupo como el de Louis Vitton?
"Todo un lujo. Los vinos españoles han despegado, le estoy hablando de los últimos seis años. Y, han triunfado en las críticas de los grandes gurús.

Julián Aguirre