El nuevo secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, que ayer se despidió de los mandos de la Policía y la Guardia Civil, tiene como principal reto en esta legislatura la reconversión y modernización de la industria turística española, con el fin de mejore su competitividad y mantener el liderazgo turístico de España.
Mesquida tiene que afrontar este mismo año todo el proceso de reconversión integral de la Platja de Palma, sobre el cual el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró en la pasada legislatura un especial aprecio, ya que lo considera un proyecto piloto para cambiar las zonas turísticas maduras, de ahí su compromiso firme para que se ejecute. A esto hay que sumar la reconversión del sector hotelero, mejorar la promoción externa, así como la calidad de los servicios turísticos.
El nombramiento de Mesquida ya ha transcendido a los mercados emisores, de ahí que ayer el grupo turístico TUI AG, que preside Michael Frenzel, mostrara su satisfacción por el nombramiento de Mesquida, «por ser un profesional», y por el hecho de que el Gobierno español hubiera tomado la decisión de crear una Secretaría de Estado de Turismo.
En este punto, la Cámara de Comercio de Mallorca emitió ayer un comunicado valorando de forma muy positiva la presencia de Mesquida en la Secretaría de Estado de Turismo, «porque beneficiará a Balears». Sin embargo, no todo son parabienes, ya que ayer la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) remitió una carta al ministro Miguel Sebastián, para manifestarle su temor ante la «politización» de su máximo representante institucional.
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