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La Fiscalía Anticorrupción analizó la relación de gastos personales que el ex gerente de Bitel Damià Vidal realizó entre el 6 de mayo de 2006 y el 21 de julio de 2007 con la tarjeta de crédito Visa que le había asignado la empresa pública.

El resultado arroja un gasto de 21.000 euros en servicios y compras que «en absoluto revertían en beneficio de la administración y que no eran necesarios para las funciones públicas encomendadas», señala el Ministerio Público en la querella que presentó contra Vidal por los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, defraudación, falsedad en documento mercantil y revelación de secretos.

Esos 21.000 euros se unen a los 33.000 que obtuvo a través de reintegros en cajeros automáticos con la misma tarjeta Visa y otros ingresos que se autorealizó a su cuenta corriente particular, hasta alcanzar los 700.000 euros, según la querella.

La Visa en manos de Vidal ardió durante el ejercicio analizado por Anticorrupción, que también está investigando los gastos del ex gerente de Bitel entre los años 2003, 2004 y 2005. El imputado empleó la tarjeta para abonar la más variada gama de importes, desde los 0'10 céntimos de euros en Antibes (Costa Azul), probablemente en un aparcamiento, hasta los 2.735 euros en una tienda de muebles de Palma.

Muchos de los gastos se realizaron en días festivos y varios de ellos corresponden a restaurantes y gasolineras situadas en la zona de Alcúdia.
El 6 de mayo de 2006, sábado, Vidal empleó la Visa para abonar 46 euros en la Casa Gallega de Alcúdia. El sábado siguiente (13) abonó con fondos públicos una estancia en el Hotel Es Conbe (Alcúdia).

El jueves 15 de junio, el ex gerente de Bitel pagó con la Visa gastos en Palma (Auditórium) y Felanitx (una estación de servicio). En los días siguientes, la Visa de Vidal dejó rastros en El Arenal (estación de servicio), Alcúdia (Peluquería Xara). Sólo en una tienda de juguetes de Inca (Juguettos) gastó 200 euros.

Viajes, restaurantes, tiendas de muebles, de ropa, hoteles, salones de té, grandes superficies. Nada escapó al gasto sin medida del ex gerente de Bitel, que las declaraciones realizadas ante el juez se excusó alegando que padecía un trastorno psicológico que le impedía 'decir no'.

Con todo, lo más llamativo fueron los viajes que realizó a varias ciudades de Mónaco y la Costa Azul (Cannes, St Paul, Niza, Naarden), donde no escatimó en gastos en hoteles y restaurantes de lujo. Todo ello, cargando las facturas a las arcas de la empresa Bitel.