Muchos fueron los que ayer aprovecharon la jornada festiva para bañarse en la playa y tomar el sol o dar un paseo en bicicleta. Foto: O.P./SEBASTIÀ AMENGUAL

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El sol y el buen tiempo fueron los protagonistas en el día de ayer. Mientras algunos participaban en actos conmemorativos, otros optaron por tomar los primeros rayos de sol o por dar un paseo en bicicleta. Las distintas zonas costeras, tanto de Palma como de la Part Forana, se llenaron de gente que aprovechó al máximo la jornada festiva de ayer.

La playa de es Trenc fue uno de los lugares elegidos por los mallorquines para practicar actividades al aire libre y olvidarse de la rutina diaria. A quienes no se hayan acercado a esta playa en los últimos años, les parecerá inútil la queja de urbanizaciones y especulaciones que nos agota desde principios del siglo XXI. Pagar seis euros por aparcar en un lugar amplio y limpio y 12 euros por un tumbet o un frit de los de verdad, acompañados por un paisaje celeste en el cielo y blanco en la arena y cientos de personas cómodamente separadas por el arenal y las dunas, no es caro ni barato, es el precio que un hermoso día de primavera vale en dinero. La calidad del agua, los servicios de playa y los cuerpos jóvenes y maduros paseándose sin complejos por lo largo y ancho del lugar, el regocijo de los niños y la paz de los que leen o duermen, hicieron que en muchos países europeos elogiaran esta playa que comienza la temporada con todo el esplendor de sus mejores épocas.

Óscar Pipkin