En el mayo más lluvioso de la historia, la procesión del Corpus se celebra en la Seu

El 'chaparrón' llegó también de mano del equipo de Aina Calvo. La presencia de representantes del Ajuntament o de alguna de las instituciones insulares brilló por su ausencia, actuación muy criticada por alguna de las personas que ayer se dieron cita en la Seu. Y es que llueve sobre mojado. El 'desaire' de Cort en Semana Santa cuando no instaló el palco de autoridades, entre ellas figuraba cada año el obispo de Mallorca, no se olvida.

La imagen de Cort sin flores, ni Guardia Montada, ni Banda Municipal, ni Tamborers de la Sala, ni saludo de banderas... distó mucho de la que presentaba en la festividad del Corpus durante la gestión de Catalina Cirer. Vamos, por no haber, no hubo ni procesión ni casi damascos en Palma, cuyas calles estaban llenas de turistas tristes y aburridos que miraban los comercios cerrados.

Malestar pues entre el personal, aunque nadie quiso, al menos de forma oficial, decir nada. A pesar de la manifiesta indiferencia que muestran los representantes de los asuntos celestiales y terrenales en Palma, lo cierto es que ayer la procesión del Corpus fue por dentro, nunca mejor dicho.

Cerca de 1.500 personas se dieron cita en la Seu abarrotada hasta la bandera. Entre ellas, la ex alcaldesa de Palma Catalina Cirer y la diputada María Salom. Asimismo, estuvieron en la Catedral el presidente de la Asociación de Cofradías de Palma, Rafael Pericás; y los vicepresidentes Felio Bauzà y Julieta Almagro.

No desfiló en la procesión la cruz hecha con flores de cera o 'lledania'. Tampoco desfilaron los fieles, que por el contrario, permanecieron sentados en los bancos para no 'colapsar' las naves laterales de la Catedral por donde discurrió la comitiva.