El presidente de Sol Meliá, Escarrer, anunció ayer en la junta de accionistas de la cadena celebrada en Palma, que durante el próximo trienio (2008-2010) «mantendremos un elevado ritmo de incorporaciones a la cartera, con hasta 80 nuevos hoteles, y seguiremos efectuando importantes inversiones en los establecimientos ya existentes, dentro de nuestra estrategia de revalorización de las marcas. En este período estimamos una inversión de 1.100 millones de euros, que procederán de la generación de flujos de caja internos, sin que ello se traduzca en endeudamiento para la compañía».
La junta aprobó el reparto el próximo 1 de julio de un dividendo de 0'146 euros por acción, un 20% más que el repartido el año pasado, teniendo en cuenta el incremento del 19% del beneficio neto hasta 161'9 millones de euros en 2007 o la finalización del plan estratégico 2004-2007 con el cumplimiento de sus principales objetivos.
Los accionistas de la compañía dieron su aprobación de los resultados de 2007, que Gabriel Escarrer, tachó de «históricos». Sol Meliá cerró con unos ingresos de 1.347 millones de euros, un 7'2% más, y un Ebitda --beneficio bruto de explotación-- de 349 millones de euros, lo que supone un incremento del 7'1% con respecto a 2006.
«Esta evolución, que ha permitido presentar un balance saneado y recuperar nuestra sólida situación financiera, ha sido posible gracias a una acertada política de inversiones y desinversiones que, cumpliendo los objetivos en materia de rotación de activos, se ha centrado en incorporar habitaciones de mejor calidad y en invertir en la mayor adecuación del producto a las marcas», recalcó Escarrer.
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