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Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) puso en marcha ayer el centro de control de la circulación de trenes en medio de fuertes denuncias de falta de formación por parte de los trabajadores y bajo la amenaza de paros a partir de la próxima semana. Además del CTC (Centro de Transporte Centralizado), también entró en funcionamiento el sistema de bloqueo automatizado banalizado, que incrementa la seguridad del tráfico ferroviario; desde el centro de control, vía fibra óptica, se determinan los itinerarios y en caso de obstáculos se modifican automáticamente. La banderola y los jefes de estación pasan a la historia con este moderno sistema.

Miembros del comité de empresa critican duramente que la formación tanto para los operarios que estarán en el centro como para los maquinistas ha sido ínfima. «La anterior gerencia nos prometió 200 horas de formación y ésta se ha reducido a 4 ó 6, y en algunos casos, a ninguna. Tenemos miedo por nuestra seguridad y también por la de los usuarios».

Además, consideran insuficiente que sólo dos personas controlen todo el tráfico de los trenes en el nuevo centro y denuncian que se han impuesto jornadas de conducción de hasta nueve horas seguidas. Estas actuaciones, sumadas a la tardanza en la redacción de los turnos de trabajo, han llevado a los trabajadores a amenazar con paros parciales a partir de la semana que viene. «Bajo la apariencia de modernidad, se está ocultando un cierre masivo de estaciones y un reajuste laboral», exponen.

Huelga encubierta
Antoni Verger, director general de Mobilitat, y Bartomeu Gual, subgerente de SFM, rechazaron ayer todas las críticas y denunciaron la huelga encubierta que los trabajadores están llevando a cabo estos días. «No es cierto que no haya habido formación; ha habido las horas necesarias según los expertos, lo que pasa es que estas horas cuentan como extras y querrían hacer más. Nuestro objetivo es racionalizar los turnos de cara a las nuevas frecuencias y disminuir las horas extras. También prevemos aumentar la plantilla», afirman.

Por su parte, el conseller de Mobilitat, Gabriel Vicens, anunció ayer que se investigarán los retrasos de estos días en los trenes. En este sentido, Verger se manifestó indignado «con la actitud de los trabajadores» y anunció la apertura de expedientes informativos «por las conductas poco adecuadas y que están afectando a los usuarios del tren».