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El abastecimiento de productos vuelve a la normalidad en la Isla, si bien condicionado por unas ventas muy abundantes desde primera hora de ayer y por la escasez de algunos productos llegados de la Península, que a lo largo de la jornada fueron repuestos por el personal de los supermercados en un sábado maratoniano para los reponedores, después de un paro calificado como «salvaje».

Jornada de alivio entre los consumidores, si bien mantienen su preocupación por las protestas de agricultores, ganaderos y pescadores que se intensificarán a lo largo de esta semana.

Los consumidores calificaron la jornada de ayer como prácticamente normal, aunque algunos afirmaron que ciertos productos no los habían encontrado en sus establecimientos habituales pero sí los habían podido adquirir en otros.

También hubo quien aseguró haber visto carritos de la compra «tan llenos como si estuviéramos en Navidad», mientras otros matizaban que durante la jornada de ayer sólo habían «comprado, como siempre, lo necesario».

Con todo, la normalidad fue ayer la tónica general en los mercados y plazas de la Isla.
La sensación de los consumidores era «que la tormenta ha pasado, por el momento» aunque el paro no ha sido desconvocado completamente.
Asimismo, los ciudadanos tienen muy presentes las protestas de los agricultores, ganaderos y pescadores, que pueden continuar afectando al abastecimiento de estos productos básicos.

«Ya veremos cómo irá», fue una de las frases más repetidas ayer, y es que «el horno no está para bollos», decían.
Otro aspecto que abordaron los consumidores es en qué medida este paro va a propiciar el incremento de los precios.
Por el momento parece que no han notado que la cesta de la compra habitual se haya encarecido, aunque algunos apuntaban a un cierto aumento en hortalizas, frutas y verduras frescas.