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Algunas inmobiliarias que operan en Balears afirman que la vivienda usada está sobrevalorada y que ese sobreprecio contribuye a acrecentar la actual paralización de las ventas, junto con las subidas de los tipos de interés y la crisis financiera internacional, la cual está restringiendo en la mayoría de los casos la concesión de créditos por parte de bancos y cajas de ahorros.

Así lo asegura Ramón Palou de Comasema, agente de la propiedad inmobiliaria y propietario de la empresa San Nicolás, quien considera un «error mayúsculo» acudir a sociedades de tasación para decidir el precio de la vivienda usada que se quiere vender.

Palou de Comasema recuerda que esas sociedades de tasación se constituyeron y se regulan con una finalidad hipotecaria, por lo que a su juicio basan sus estimaciones en una comparación de datos estandarizados que no tienen en cuenta aspectos fundamentales en la valoración correcta de un inmueble.

Este intermediario, que insta a las personas que a consultar a un agente de la propiedad «de prestigio», afirma que se han dado casos en los que se han realizado tasaciones un 50 por ciento por encima del valor real del inmueble.

En concreto, Ramón Palou de Comasema explica un caso en el que una entidad financiera dio un préstamo de 375.000 euros con la garantía de un inmueble tasado en 620.000 euros. Posteriormente el propietario no pudo pagar las cuotas y negoció la dación del piso a cambio de la liquidación préstamo. Palou indica que la caja de ahorros en cuestión aceptó pensando que hacía un «magnífico negocio» con ese diferencial, sin saber que el propietario había intentado vender ese inmueble por 400.000 euros durante un año sin conseguirlo.