Las playas de Mallorca se llenaron de gente que quiso celebrar junto al mar la noche de Sant Joan. Foto: MIQUEL A. BORRÀS

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El fuego fue el protagonista indiscutible de la noche de Sant Joan. Con espectáculos de pirotecnia y hogueras en las playas se celebró ayer el inicio de la nueva estación. La noche de la magia y de los deseos hizo que miles de personas de las distintas localidades de la Isla salieran a la calle a disfrutar del tradicional ambiente festivo que marca el solsticio de verano.

En el Parc de la Mar se respiraba ya en la tarde de ayer un ambiente de animación que anunciaba la fiesta de la posterior Revetla de Sant Joan. A media tarde, el grupo de charanga Charanguitos recorrió el parque a ritmo de trombones, trompetas y tambores. Xavi Joan, Jordi Beltrán, Marc Bonastre, José Antonio Pérez, Raúl Morán, Jesús Antón y Miquel Sebastià, los componentes del conjunto, fueron los primeros en llevar la música al escenario del Parc de la Mar, con animación para los pequeños, dentro de las actividades programadas por la Federació d'Associacions de Veïns de Palma.

Verbenas, conciertos, bailes, fuegos artificiales y dimonis persiguiendo al público a la vez que lanzando llamas y bengalas formaron parte, un año más, de la fiesta de la revetla de Sant Joan, que algunos acabaron de celebrar en la playa.

El Parc de la Mar recibió también la visita de numerosos turistas, que presenciaron sorprendidos el ya tradicional correfoc de Sant Joan.

A las nueve de la noche y al ritmo de los guitarrons y flabiols de Xaloc daba inicio una animada ballada popular. La intervención de grupos de música tradicional como Xaloc siempre atrae a mucha gente y empieza a caldear el ambiente para el posterior correfoc. En torno a las 22.00 horas, el humorista Miquel Àngel Llonovoy pronunciaba el pregón, cargado, como en años anteriores, de alusiones en tono más que irónico sobre la actualidad política y ciudadana. La magia llegó con el esperado correfoc a cargo del grupo Myotragus: un vistoso espectáculo de fuego y dimonis se apoderó del parque atrapando al espectador con sus diabluras.

Entre cuatro mil y cinco mil personas acudieron al Parc de la Mar para presenciar esta tradicional fiesta. Así, las murallas y la explanada del Parc fueron invadidas de antorchas, llamas, bengalas, batucadas y tambores, danzas de dimonis, los cuales se entremezclaban entre la gente y la hacían partícipe del espectáculo que animó la víspera de Sant Joan. «Nos ha gustado mucho el correfoc; aunque sea siempre una fiesta de fuego, cada vez innovan con algo diferente», explican Fernanda y Rosa, quienes recuerdan cómo el pasado año los dimonis cruzaron el lago con una barca. Para Miquel y Maria Antònia, en cambio, el correfoc no fue de su total agrado: «ha sido bonito ver los fuegos y los dimonis pero lo hemos encontrado un poco pobre; faltaba algo de animación». «Nos ha sabido a poco; ha faltado algo más: quizás un poco más de música y de iluminación», explicaban Xisca y Carme, que acudieron a la fiesta con sus hijos.

A medianoche y tras el correfoc, la fiesta continuaron las actuaciones de Rock'n'Press y Barrumbada.

Pero la noche de Sant Joan también se vivió en muchas playas y calas de Mallorca. Can Pere Antoni, Andratx, Palmanova, Ciudad Jardín o El Arenal se llenaron de gente dispuesta a celebrar la noche más corta del año. Personas de todas las edades ocuparon la arena para celebrar la fiesta que marca el inicio del verano, en torno a las hogueras o las románticas velas.

Año tras año, son más los que se suman a finalizar la revetla de Sant Joan en la playa y que la magia del fuego ayude a cumplir sus deseos. Los más valientes finalizan la noche dándose un baño.

Neus Aguiló