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yer a las 14.00 horas comenzaron oficialmente las Festes de Sant Joan en Ciutadella cuando el Caixer Senyor dio permiso para el denominado 'replec' de caixers y cavallers. A partir de este tradicional momento, se van recogiendo casa por casa a los jinetes de Ciutadella hasta que están todos reunidos y acuden a la Plaça des Born. A partir de entonces, las aproximadamente 25.000 personas que se calcula que han venido estos días hasta Menorca se mezclan con los menorquines en una fiesta continua que se ha unido a la del fin de semana, pues el calendario ha 'querido' que las fiestas comenzasen en lunes y muchos son los que han aprovechado y se han tomado unos días de más.

No hay rincón del centro de la ciudad donde no se vendan y se consuman litros de la famosa 'pomada'. A base de gin Xoriguer y limonada. Que corren de mano en mano, ya sea dentro de los pequeños vasos de chupito o en los enormes litros de granizado; que ayudan a contrarrestar un poco las altas temperaturas que estamos viviendo estos días en Menorca y en Balears en general. Un calor que estuvo presente toda la jornada de ayer pero que en ningún momento afectó a la euforia de la fiesta. Desde primeras horas de la mañana ya se podían escuchar los cantos de ánimo a la selección española o el 'sí, sí, sí... nos bebemos un gin', de los grupos reunidos en las calles. Que acabaron desembocando, como si de miles de riachuelos se tratase, en la mencionada Plaça des Born, donde los jinetes entraron a galope abriéndose camino entre la multitud para luego pasar varias veces de lado a lado de la plaza. Quedándose con el caballo a dos patas mientras los sujetaban los más osados. Y pese a la aparente peligrosidad de los festejos a caballo, los incidentes fueron mínimos: unas pocas caídas de jinetes y un animal que también se cayó al suelo, pero de inmediato los que más cerca se encontraban alzaron los brazos en señal de 'alarma' para que se detuviesen los demás jinetes. Paró la banda. Y en un minuto todos en pie y de vuelta a la fiesta. Un fiesta que se prolongó hasta las 19.30 aproximadamente, cuando empezó la batalla de avellanas en la contramurada. Donde kilos y kilos de cáscaras eran lanzados entre las miles de personas presentes.