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L.MOYÀ El principal objetivo de los promotores del Museu Marítim era que el centro se ubicara en la antigua sede de la Trasmediterránea. Sin embargo, la decisión de Autoritat Portuària de trasladar sus oficinas al inmueble trastocó los planes iniciales. Ahora, se ha decidido descartar definitivamente esa intención, aunque no la de situar el museo en el Moll Vell. Por eso, pedirán a la Autoritat Portuària que les ceda un inmueble en desuso o, también, que prevea un espacio en la futura reestructuración del Moll Vell. En ese caso, el Museu Marítim estaría en un edificio de nueva planta.

De momento, y en vista del cambio de ubicación, la Conselleria de Medi Ambient del Govern está elaborando un convenio de colaboración que firmarán las instituciones implicadas en el proyecto, es decir, el Ejecutivo, el Consell de Mallorca y el Ajuntament de Palma. Una vez consensuado, se presentará el documento a la Autoritat Portuària para que se adhiera a la iniciativa.

Será la Autoritat Portuària quien ofrezca a los promotores un edificio de los que ya existen en el Moll Vell que pueda reformarse y que no se esté utilizando. La otra opción pasa porque se tenga en cuenta, en la remodelación del Moll Vell, que el Museu Marítim se ubicará en la zona. Como aseguró Tomeu Calafell, director general del Mar, el centro debe situarse en el Moll Vell por «su vinculación con el Mediterráneo y por su cercanía a Palma». El lugar es «irrenunciable» y no se baraja ninguna otra opción.

«Con toda probabilidad, el acuerdo llegará antes de que finalice el año. El objetivo es cerrar el convenio de colaboración, que nos permitirá encontrar posibles patronos», dijo Calafell.