Los participantes más atrevidos sustituyeron el vaso por un cubo.

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rmados con sólo unas gafas de natación, ropa vieja y un vaso de plástico, un centenar largo de jóvenes de Consell celebraron ayer por la tarde el Paint-tassó, una batalla que aprovechó la pintura sobrante de la tradicional pintada de calles.

Aunque ésta ha sido la primera vez que el Ajuntament ha incluido la actividad en el programa de fiestas, los asistentes a la pintada de calles ya llevaban años lanzándose espontáneamente el material que no se había utilizado.

Tras vaciar los contenedores y cubos llenos de pintura aguada dispuestos a lo largo de la calle, los participantes incluso se estrujaron las camisetas con el propósito de obtener más munición. Se trataba de ocultar el color de la piel. Tras la batalla, no faltaron los revolcones sobre el suelo húmedo. Los organizadores se mostraron satisfechos por la alta participación.

Con el Paint-tassó, Consell se alinea con otros pueblos de Mallorca y incorpora una «batalla-de-algo» en su programa de fiestas. Como las exitosas batallas de uva en Binissalem o la de paja en Sencelles.

Antoni Pol

(texto y fotos)