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LAURA MOYÀ Durante varios meses, las mediadoras sociales Mónica Moldovan e Isabel Sánchez recorrieron el poblado de chabolas de Ca n'Angelí, situado entre General Riera y la vía de cintura, con un objetivo: explicar a sus habitantes la posibilidad de retornar a su país de origen, Rumanía, con un contrato de trabajo. La iniciativa, que se ha llevado a cabo de forma conjunta entre el IB-Salut, Cort, la Direcció General de Immigració del Govern y la Embajada de Rumanía en España, se ha saldado, de momento, con ocho contratos para otros tantos rumanos, que ya han vuelto a su lugar de origen.

Se trata de un plan pionero a nivel estatal que busca «normalizar la situación» del poblado de chabolas sin necesidad de «hacerlo a la fuerza», aseguró ayer Eberhard Grosske, regidor de Benestar Social del Ajuntament de Palma. De esta manera, la integración se realiza «en Rumanía», según Manolo Cámara, director general de Immigració. Gelu Catalin Boicu, el consejero de Asuntos Sociales y Laborales de la Embajada de Rumanía, explicó que proyecto parte de una iniciativa de su país, «en plena expansión económica y con necesidad de mano de obra». «Los interesados en volver nos concretan a qué zona quieren regresar y qué tipo de trabajo les gustaría hacer».