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El ejercicio económico 2008 no está siendo muy boyante para el sector aéreo español, principalmente por el precio del combustible y la recesión económica. La compañía Futura, en este sentido, ante la caída del volumen de negocio y no haberse generado la suficiente provisión de fondos para absorber las pérdidas económicas que se generarán este invierno, va a proponer al comité de empresa un plan de viabilidad drástico que no contempla regulación de empleo.

La dirección de Futura International Airways, encabezada por su presidente, Román Pané, presentará hoy al comité de empresa de la compañía aérea su plan de viabilidad, al tiempo que se analizará la crisis que atraviesa el sector de la aviación y el impacto del incremento del combustible sobre esta actividad de transporte.

Cobrar 1.000 euros
Fuentes sindicales confirmaron ayer que la principal propuesta que la empresa pondrá encima de la mesa de negociación se ceñirá a temas económicos. «Hay intención de ofrecer a todos los trabajadores de Futura cobrar sólo unos 1.000 euros al mes durante seis meses, con el fin de no incrementar los costes de explotación, con lo que se evitaría cualquier tipo de regulación de plantilla. El objetivo primordial es que la compañía vuelva a entrar en números negros», apuntaban ayer a este diario.

Desde la empresa se limitaron a reflejar que se trata de una medida más a aplicar, «pero lo que está claro, es que la coyuntura no es la más favorable. El problema no está en el negocio, sino que no tenemos capacidad para financiar las deudas que cada invierno se producen en la actividad chárter, que eran asumidas con los beneficios que se generaban en verano, circunstancia que no ha sucedido este año».

Las citadas fuentes sindicales, asimismo, indican que esta propuesta ha sido exigida por el máximo accionista de Futura, el fondo de inversión británico Hutton Collins, que cuenta con el 46% del capital, para así poder inyectar más dinero en la compañía. El resto de las acciones están en manos de directivos y empleados de la aerolínea. La intención de la empresa es que durante estos seis meses, el resto del dinero que no percibirán será abonado en acciones de la compañía, cuyo valor se ha sobrevalorado para paliar las cantidades de dinero globales que dejarán de percibir todos los trabajadores.

Esta medida, novedosa en la historia de la aviación comercial balear y española, se sumará a otras medidas complementarias, tras las cuales Futura podrá hacer frente a todas las deudas y poder afrontar nuevos retos empresariales.

La compañía cuenta en estos momentos con una flota de 33 aviones repartidos por todo el mundo y 1.500 trabajadores, de los cuales 600 se encuentran en la sede y base de Palma. Durante el pasado año tuvo un volumen de negocio de 334'6 millones de euros y transportó a 3'7 millones de pasajeros.