El verano real, a punto de llegar a su fin

Mientras algunos creen que mañana asistirán pocos miembros de la Familia Real a la cena que a modo de despedida ofrecerán a las autoridades de esta Comunitat, otros piensan que estarán todos. Ya veremos. De momento, ayer, anteayer y el fin de semana, en Marivent sólo estaban los Reyes, los duques de Palma y sus hijos. La Reina estuvo el sábado con sus nietos en el Palma Aquarium; el lunes, la Reina, los duques y sus hijos fueron a Cabrera, mientras que al Rey le veíamos en una lancha desconocida.

Por cierto, Kyril, que ha permanecido una semana en Madrid acompañando en momentos difíciles a su hermano mayor y cuñada, heridos en un accidente de tráfico, regresó anteayer por la noche. Cuentan que lo hizo a bordo de un avión de Spanair. Al día siguiente, como habrán podido ver en otra página de este diario, estuvo en la playa con el duque de Palma y Stella Mc Cartney, su esposo e hijos. Por lo que vimos, se les iba a unir la infanta doña Cristina, pero enterada de que estábamos allí, merodeando, parece ser que quedó con ellos en otra playa, pues levantaron el campamento y se largaron, perdiéndose por atajos para entrar en una finca cuya puerta se cerró cuando ellos accedieron.

Y hablando de los príncipes de Preslav, y más concretamente de Rosario, se sigue comentando en los cenáculos periodísticos sobre la visita relámpago de Mette Marit a la casa que estos poseen en Porreres. Hay varias versiones: una, que llegó en el Norgue, yate real noruego, que permaneció en la base de Portopí durante cuatro días, al parecer reparando el ancla, y de ahí se desplazó a Porreres, donde la aguardaba Rosario y sus hijos; dos, que llegó en avión y que del aeropuerto se desplazó a Porreres; y tres, que además de Porreres, visitó Marivent Yo, la verdad, como no hay foto... Pues no sé qué decirles. Creo que estuvo, pero con reservas.

Y acabo. Quien también anda por aquí es Michael Schumacher. Ayer fue visto a bordo de un Ferrari, con su suegro. Parece que están en un barco, ya que el bólido quedó aparcado frente a él.

Pues ya era hora de que viniera gente nueva... Y de categoría.