Vicenç Grande, junto a su abogado, Joan Font.

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PATRICIO CANDIA/FRANCISCO BARRASA A la deuda de Grande también hay que restarle unos 75 millones de euros que el empresario se debe a sí mismo (relación comercial entre sus sociedades), pero pese a todo, las fuentes consultadas por este diario han insistido en que la reclamación de los acreedores superará «con creces» la deuda declarada por el promotor.

Los principales acreedores de Grande son, como ya se sabe, las entidades bancarias y cajas de ahorros, que reclaman 527 millones de euros. Pero, también destacan los 5'4 millones de euros que el presidente del Grup Drac debe a la Agencia Tributaria, Govern balear y Ajuntament de Palma, o la millonaria factura no abonada a GESA, que asciende a 2'7 millones de euros.

Sociedades
De las catorce sociedades incluidas en el concurso voluntario de acreedores presentado por Grande (antigua suspensión de pagos), la más endeudada es Binipuntiró, con 456'290 millones de euros. A nombre de esta sociedad el promotor tiene registrado el 93 por ciento del capital social del Real Mallorca, por ello, será el juez el que tendrá que autorizar la venta de ese paquete accionarial al empresario británico Paul Davidson.

También es elevada la deuda de Grande contraída con propietarios de fincas en muchas localidades de la Isla. Apellidos ilustres forman parte de la larga lista de acreedores que están analizando los administradores concursales Jorge Saiz de Baranda, Salvador Fornés y Raimundo Zaforteza. Este último reclama 59.400 euros. Entre los propietarios de terrenos destaca Ana Bennásar Gallent, que ha declarado en calidad de testigo en el 'caso Plan Territorial de Mallorca', que reclama 1'5 millones de euros. También figuran Antonio y Alfonsa Maria Unzué Feliu como dueños de terrenos en el municipio de Calviá.

Grande firmó pagarés a los dueños de fincas que, en estos momentos, son papel mojado. El promotor afirma que sus activos (más de 1.200 millones de euros) superan con creces el importe de la deuda contraída, pero los expertos expresan su dudas debido a la caída en picado del valor de los activos inmobiliarios. Esa cuestión será zanjada por el informe final de los administradores concursales.

Entre los créditos reclamados destaca el del despacho de sus propios abogados -Font y Gené-, así como de diversas oficinas de arquitectos, empresas de publicidad y medios de comunicación.

Otro despacho de abogados -Catalina Zaforteza Villalonga- reclama la no despreciable cantidad de 4'3 millones de euros, y la empresa de edificación civil Ca'n Ribas Siglo XXI SL, reclama 4'9 millones.

Un restaurante propiedad de José Vich Cardona presenta un crédito por valor de 1'9 millones de euros, y la firma especializada en obras de arte y de antigüedad Grabowsky, reclama 1 millón de euros.

La lista de acreedores y el importe de las cantidades están siendo analizadas por los administradores judiciales, que deberán pronunciarse si, efectivamente, reflejan la realidad financiera de Grande.

El promotor acompañó esa lista con una auditoría encargada por él mismo y un plan de viabilidad que, en principio, avala las cantidades reflejadas en el mayor concurso de acreedores de la historia presentado en Balears. Grande acudió al juez el pasado mes de julio para declararse insolvente y ganar tiempo con el objetivo de hacer frente a las millonarias deudas acumuladas en los últimos meses.