Francesc Buils y el presidente Antich.

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«No podemos permitirnos el perder subvenciones por cuestiones administrativas en la concesión de licencias urbanísticas o turísticas. Para ello, vamos a crear un organismo o comisión técnica interbalear, en el que participarán Govern, consells insulars y ayuntamientos, con fin de analizar los proyectos que se puedan acoger a este plan renove y tomar una decisión en firme y así, de este modo, evitar las trabas administrativas que hay actualmente, en cuanto a tiempo, para poder obtener las licencias previas de construcción», afirma Francesc Antich.

De hecho, muchos empresarios se quejan de que la burocracia retrasa tanto la tramitación de las licencias para ejecutar proyectos que éstos pierden competitividad y el inversor pierde interés.

Antich, ante la presencia del copresidente de Sol Meliá, Gabriel Escarrer Jaume, mostró su preocupación de que Balears, ante el inminente proceso de aplicación del plan renove que va a aplicar en los próximos años el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a través de la Secretaría de Estado de Turismo, que contempla inversiones estatales anuales de 500 millones de euros, «pueda quedarse al margen por estos trámites administrativos. Es lo que queremos evitar e incentivar, con ello, a que los empresarios puedan presentar proyectos y tener resueltas las licencias a la mayor brevedad».

Consenso institucional

Para lograr este objetivo, el president Antich añadió que es vital contar con el apoyo de consells insulars y ayuntamientos, «porque son los que tienen las competencias urbanísticas y los que pueden adoptar una decisión de estas características. Estamos en un momento clave y la industria turística balear se tiene que beneficiar de todo tipo de ayudas que mejoren su competitividad con la modernización de sus infraestructuras, servicios y potenciación de todos los ratios de calidad».