TW
0
GABRIEL ALOMAR Más de 200 doscientos «inmigrantes ilegales» fueron desembarcados ayer en la Estación Naval de Portopí en un espectacular simulacro que ocupó a unas 800 personas.

Un ejercicio destinado a tener a punto un dispositivo de actuación eficaz con la coordinación de todos los efectivos responsables en el caso de que se diera una situación real, indicó el delegado del Gobierno, Ramon Socías. Hipótesis poco probable a escala masiva como se da en Canarias pero sí en casos esporádicos, recalcó, dada la proximidad del norte de Àfrica, hasta el punto que en los últimos tres años se han registrado 140 inmigrantes ilegales llegados a las costas de Mallorca en once pateras. Situación que, aseguró, ha mejorado con la colaboración posterior de las autoridades argelinas.

La Fuerza de Acción Marítima de la Armada, Guardia Civil, Cruz Roja Española, Sanidad Exterior, Ejército del Aire, Policía Nacional, y Protección Civil entre otros organismos vinculados al Estado participaron ayer en la operación que se desarrolló en varias etapas.

La primera consistió en la detección de un buque sospechoso de transportar inmigrantes ilegales, representado por el buque Contramaestre Casado. Una vez verificada su actuación delictiva se procedió a su control por los patrulleros Vencedora, Descubierta y Anaga, que lo condujeron hasta la base. Allí, un equipo médico determinó la situación sanitaria a bordo y estableció un protocolo consistente en atender a los enfermos en un hospital de campaña montado sobre el mismo muelle y aislar a los infecciosos mediante un equipo ataviado con indumentaria aislante, declarando el barco en cuarentena.