Bajo la supervisión de una magistrada, Bender está descubriendo los entresijos de la Justicia española. De momento, una de las cuestiones que más le ha llamado la atención es la existencia de jurados en España. Durante esta semana ha presenciado un juicio por dos asesinatos dilucidado por un tribunal popular. «Es una institución que no se emplea en Alemania», señala.
Otra de las diferencias entre el ministerio público en los dos países es que las fiscalías alemanas se encargan no sólo de la acusación, sino también de la instrucción de los casos, algo que en España realizan los jueces. «Sin embargo, aquí, los fiscales se ocupan también de casos civiles; no sólo hace penal como en Alemania», indica. Eso sí, en su país también funcionan ramas del ministerio fiscal especializados en determinado tipo de casos, como aquí existen la Fiscalía de Menores o Anticorrupción.
Donde no hay diferencias es en las quejas por el funcionamiento de la Justicia: «Eso es lo mismo; en Alemania también todo el mundo se queja porque va lento». Eso sí, Bender se muestra cauta a la hora de enunciar cuáles de las características del sistema español son exportables a Alemania: «De momento he estado poco tiempo aquí». La próxima semana tiene previsto asistir a más juicios de los programados en Mallorca. Además, también comprobará cómo funcionan los juzgados de guardia y realizará una visita a un centro penitenciario y ayer mantuvo una conversación con el fiscal jefe de Balears, Bartomeu Barceló. Eso sí, entre una y otra visita, aún tiene tiempo para conocer algo la Isla: «Los fines de semana sí los aprovecho. En el que he tenido estuve en Valldemossa y en Sóller», comenta.
El mismo programa ha sido aprovechado por fiscales mallorquines para visitar otros países. La última nación que ha recibido a representantes del ministerio público español ha sido Francia.
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