Unió Mallorquina decidió ayer suspender de militancia a Bartomeu Vicens. De esta manera, la formación nacionalista envía al que hasta la semana pasada fue su portavoz en el Parlament al Grupo Mixto. La resolución afecta también a UM, que se quedará sin grupo parlamentario propio en la Cámara balear, circunstancia que desde UM definieron ayer como «puntual» hasta encontrar «una solución» que les permita mantener su grupo.
El domingo pasado se reunió la ejecutiva de UM en Ariany en la que se decidió pedir formalmente la dimisión de Vicens. Ante su postura contraria a la renuncia se decidió suspenderlo de militancia. El principal órgano de gobierno de UM tomó la decisión ayer tras la negativa de Vicens de entregar su acta de diputado, como el partido le había solicitado en reiteradas ocasiones, y antes de conocer la resolución del Tribunal Superior de Justícia de les Illes Balears (TSJB), que ayer decidió asumir la instrucción del 'caso son Oms'.
El pasado miércoles, el president Francesc Antich pidió a UM que forzara la dimisión de Vicens. En un principio, la formación nacionalista se decantó por relevarle de su cargo como portavoz del partido en el Parlament porque, según explicaron a través de un comunicado, el juez había decidido retirar «las causas que le relacionaban directamente con su actividad política», es decir, los cargos de tráfico de influencias y cohecho. Sin embargo, la querella de la Fiscalía Anticorrupción no imputaba a Vicens de ninguno de estos dos supuestos delitos. Tras un fin de semana de reflexión, y tras recordar al resto de grupos parlamentarios que Bartomeu Vicens es quien posee el acta de diputado y, por lo tanto, el único que puede renunciar a ella, la Ejecutiva de UM cambió de estrategia. Durante la reunión del domingo en Ariany, a la que acudieron todos los miembros de la Ejecutiva excepto Cristina Cerdó, Mateu Cañellas y Bernat Bauçà, se decidió por unanimidad suspender de militancia a Bartomeu Vicens hasta que «la justicia se pronuncie de manera firme sobre la situación procesal» de Vicens, según un comunicado emitido ayer por UM.
La ejecutiva también decidió convocar para el próximo jueves al Consell Polític, los presidentes y secretarios de los comités locales, además de a los alcaldes y regidores de UM. La reunión servirá para «valorar la actualidad política y escuchar la opinión de las bases del partido», según el comunicado. Tras el encuentro, la Ejecutiva deberá decidir la posible expulsión de Vicens del partido.
Miquel Nadal, presidente de UM, fue el encargado de comunicar a Vicens la decisión del partido. Vicens respondió que entendía los motivos, aunque aseguró que no podía dimitir porque sus abogados no se lo recomendaban, según fuentes de UM.
Catalina Julve, portavoz de UM, afirmó, en declaraciones a Europa Press, que la resolución de la Ejecutiva no estaba vinculada a al dictamen del Tribunal Superior de Justícia de les Illes Balears. Julve quiso pedir «respeto» hacia la formación porque «suspender de militancia a Vicens ha sido una decisión difícil», recalcó Julve. «Se trata de una cuestión delicada porque Vicens es un miembro del partido de toda la vida, por lo que el respeto es básico para abordar las actuales circunstancias».
Desde la formación nacionalista se apuntó que, con la determinación adoptada, el partido «ha hecho todo lo que podía hacer» para dar solución a la petición formulada el pasado miércoles por el president Antich en el Parlament durante el debate sobre el estado de la Comunitat.
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