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E.P.-PALMA
La demanda de servicios sociales del Consell se ha disparado como consecuencia de la crisis y la situación de dificultad que atraviesan las familias. El presidente del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS), Jaume Garau, cifró entre un 25 y un 30 por ciento el aumento de usuarios en determinados servicios durante el tercer trimestre de este año, en comparación con el mismo periodo de 2007.

Así lo dio a conocer ayer durante la presentación del Observatori Social de la Crisi a Mallorca, un nuevo organismo que nace con la finalidad «de avanzarse a la aparición de nuevas y mayores necesidades» como consecuencia de la actual coyuntura económica y estudiar las medidas que se han de adoptar para afrontar los cambios en las demandas sociales.

En concreto, indicó que el comedor social del IMAS ha pasado de 73 usuarios de media a atender a 95 personas al día. Otro síntoma de la crisis, dijo, son las «tensiones familiares», que hacen que se incrementen las necesidades de acogida de menores, algo que se refleja en la ocupación de los centros que gestiona el Consell, que en la actualidad acoge a 115 niños frente a los 90 de hace un año. La falta de recursos ha motivado también un aumento de beneficiarios que perciben la Renta Mínima de Inserción, en torno a los 513. El año pasado se otorgaban 440 ayudas.