El hallazgo de nuevos restos arqueológicos -el suelo de dos habitaciones y unas paredes a un nivel bajo- en los terrenos en Son Espases no retrasará, «en principio», las obras de construcción del nuevo hospital de referencia de las Islas, según afirmó ayer el conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomàs.
El conseller puntualizó que los restos que, según los arqueólogos contratados por la empresa constructora se hallan «en un precario estado de conservación», son de carácter «histórico» y no parecen tener un gran valor arqueológico.
Thomàs puntualizó que será la Comissió Insular d´Ordenació del Territori, Urbanisme i Patrimoni del Consell de Mallorca, previa información de la Ponència Tècnica de Patrimoni, la que decidirá qué hacer con los restos hallados en Son Espases.
Los arquitectos que dirigen el proyecto de construcción, Reinaldo Ruiz Yébenes y Julián Arranz Ayuso, sostienen en su informe, redactado el pasado 6 de octubre, «que es funcionalmente imposible mantener la estructura hospitalaria prevista si se desean conservar 'in situ' los restos arqueológicos», opinión apoyada por los directores de la excavación -contratados por la empresa concesionaria de las obras- que no ven con malos ojos el traslado de los restos arqueológicos.
Ruiz Yébenes y Arranz Ayuso especifican en su informe que si se mantienen los restos donde han sido hallados, entre el edificio central del hospital y el edificio industrial, su situación «tanto en planta como en altura impide físicamente la construcción del aparcamiento y la calle elevada tipo aeropuerto, y en consecuencia el acceso a urgencias, el acceso principal del hospital y la construcción y acceso de equipamientos e infraestructuras previstas por la pasarela elevada que conecta el hospital con el edificio de servicios (industrial)».
En el informe, remitido por los arquitectos del proyecto al IB-Salut, se especifica que si se mantuvieran los restos en el lugar que han sido hallados, «se produciría la imposibilidad de acceso rodado a los Servicios de Urgencias (adultos y pediátrica)» y que, por lo tanto, se tendría que cambiar la ubicación de las urgencias y al mismo tiempo cambiar la ubicación de los servicios de Radiodiagnóstico, Cuidados Intensivos y Bloque Quirúrico» y que dichos cambios «son absolutamente imposibles» porque el edificio ya está construido.
De hecho lo que ha pedido la Conselleria de Salut i Consum, a través de una carta remitida por el director general del IB-Salut, Josep M. Pomar a la presidenta del Consell, Francina Armengol, con fecha de 14 de octubre, es «poder ejecutar el traslado de los restos arqueológicos» a otra zona de Son Espases en la que se crearía una «área específicica de conservación y exposición».
Por su parte la consellera de Cultura i Patrimoni del Consell de Mallorca, Joana Lluisa Mascaró, dijo ayer que «la decisión depende de los técnicos de Patrimoni, que actualmente están terminando de estudiar la documentación remitida por el IB-Salut». El problema es que estos restos, al estar ubicados en la zona que tiene que ser soterrada, no pueden mantenerse a la vista y por ello se está estudiando la posibilidad de trasladar su ubicación. «Mantenerlos puede ser muy difícil, teniendo en cuenta todo esto, pero no es a mí como consellera a quien le corresponde decidirlo, sino a los técnicos de Patrimoni, que están redactando el informe», concretó Mascaró.
Recordó Mascaró que, desde el momento en que se decidió seguir adelante con Son Espases, «se asumió un riesgo, después de que ya hubiera habido un gran destrozo de material» que ni tan siquiera se ha podido contabilizar, indicó la consellera.
Por el momento en la zona afectada por los hallazgos las obras están paralizadas.
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