Así lo manifestó, en declaraciones a Europa Press, el director general de Comerç, Pere Trias, quien precisó que los nuevos límites serán de 400 metros cuadrados en las islas de Menorca e Ibiza, y de 200 metros cuadrados en el de Formentera; y que todas las zonas comerciales deberán estar vinculadas «necesariamente» a áreas residenciales, aunque se respetarán los casos ya existentes.
Según explicó Trias actualmente está siendo consensuado con los agentes del sector privado e iniciará su tramitación parlamentaria en el mes de enero, para entrar en vigor, previsiblemente, a finales del primer trimestre de 2009, según las estimaciones realizadas desde la Conselleria de Comerç i Indústria.
El director general aclaró que el aspecto más importante de la nueva ley será que «desaparece» la limitación de la prohibición de abrir nuevas grandes superficies, incluida la moratoria existente en Palma desde 2005 -que impide la apertura de comercios de más de 1.300 metros cuadrados-, porque no lo permite la Directiva Europea de Servicios, más conocida como 'Directiva Bolkestein'.
Y, como el texto legal balear es una trasposición de la normativa de la Unión Europea basada en la del Gobierno central, precisamente, esa primera adaptación en el ámbito nacional es causa del principal escollo para su aprobación, porque la ley nacional dice que «serán grandes establecimientos comerciales los que superen los 2.500 metros cuadrados, mientras que, desde el Govern, pedimos que nos dejen regularlo a nosotros», dijo Trias.
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