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La segunda fiesta de Navidad, como popularmente se le conoce al día 26 de diciembre, fiesta en la Comunidad Balear, estuvo marcada por la tranquilidad en las calles y una climatología propia del invierno. La ciudad amaneció con ligera llovizna, mientras en otras localidades de la Isla el cielo prometía inestabilidad durante todo el día. Apesar de la adversa climatología durante la jornada matinal muchos ciudadanos decidieron disfrutar del desayuno fuera de casa. Una iniciativa en la que muchos fueron sorprendidos con cafeterías y bares cerrados. Hasta la emblemática cafetería Ca'n Joan d'Saigo decidió tener cerrado. Por el contrario otras pequeñas cafeterías-pastelerías se vieron abordadas por los clientes, «hoy se ha hecho más caja que en toda la semana», apuntaba una dependienta. Paseos por el centro de Ciutat mirando escaparates o bajo las luces navideñas des Born, encendidas en pleno mediodía. Por la tarde, algunos decidieron sacar bicicletas o patines para practicar un poco de ejercicio en pleno passeig marítim de Palma.

La lluvia, aunque inapreciable, hizo acto de presencia durante toda la mañana y el mercurio marcó ayer una máxima de 12'8º, mientras que la mínima fue de 8.7º. Para el fin de semana, se prevén en Balears cielos nubosos a muy nubosos, con posibilidad de chubascos débiles y localmente fuertes. Las temperaturas no experimentarán cambios importantes y los vientos soplarán del Este de flojos a moderados, con algún intervalo fuerte en el Este de Mallorca y Menorca.