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EUROPA PRESS-PALMA La actividad del prestamismo creció en Mallorca hasta un 120 por ciento a lo largo de 2008, período en el que los comercios de este tipo pasaron de recibir anillos, cadenas y otros pequeños objetos de oro a relojes marca Rolex elaborados en el mismo metal noble, cuadros de pintores de reconocido prestigio, coches de gama alta y hasta un barco, en uno de los casos que se atendieron en los últimos meses.

La directora de Márketing de la cadena Prestamitos, Rosa Rioja, afirmó que la recepción de «objetos de mucho valor» es el aspecto más llamativo del «increíble» cambio que experimentó ese sector durante el año que ahora acaba, que empezó dentro de unos índices considerados normales, que se fueron disparando mes a mes, «creciendo al mismo tiempo que la crisis» hasta alcanzar la situación actual.

Según precisó Rioja, hasta principios de este año, «venían principalmente inmigrantes, pero ahora se está percibiendo que gente que antes pertenecía a la clase media, y que se ha quedado sin trabajo después de disfrutar de un cierto nivel de vida por encima de sus posibilidades, necesita salir adelante», porque en el período de bonanza económica «no ahorraron nada» y actualmente no cuentan con reservas para afrontar la situación.

Esto da una idea de que el perfil de los clientes ha cambiado de forma «increíble», con una espectacular entrada de «objetos de mucho valor», frente a los «pequeños objetos de oro» que se solían empeñar con anterioridad.

Normalmente, cuando se trata de cantidades consideradas 'pequeñas' -hasta 1.500 euros-, «preguntamos al cliente si tiene algún objeto de valor», que puede ser un teléfono móvil nuevo o un ordenador portátil, además de las consabidas joyas. Si necesita cantidades mayores, es necesario ofrecer como garantía, a cambio del préstamo, un coche -nunca con más de 10 años de antigüedad- y, en algún caso, hasta un barco, objetos que son tasados por expertos de la casa.

Sin embargo, una novedad en este campo es que la compañía y el cliente firman un contrato, según el cual, el segundo puede seguir utilizando su coche -una vez empeñado- durante el tiempo que está pagando la cantidad prestada, que suele ser de tres meses.