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l ambiente navideño impregna de los más variados sabores los distintos centros autonómicos que acogen a los nacidos fuera de la Isla. Son platos cuyas recetas han sido heredadas de generación en generación hasta llegar a nuestros días.

Carne asada o cocida con preferencia por el cordero, pescados omnipresentes como el besugo y dulces entre los que destacan los mantecados, son comunes en varias comunidades con diferencias según las zonas sean costeras o del interior.

En nuestro recorrido virtual por la Península Ibérica visitamos la Casa de Andalucía, ubicada en la possessió de Can Bibiloni, un finca del siglo XVII que conserva todo el carácter original. Allí, en un gran patio nos recibe su presidente Pedro Anaya, donde se encuentra la antigua capilla que alberga el Belén desde donde parte una escalera que conduce al comedor, donde se sirven los platos típicos por estas fechas: el besugo, el cordero y las inevitables sardinas.

En sus cercanías y ya en el Polígono de Son Castelló entramos en la Casa de Castilla La Mancha presidida por Antonio Azorín y donde se sirve la peculiar caldereta de cordero, junto al pisto y los tradicionales mantecados de hojaldre. En la vecina Casa de Castilla y León su presidente Constantino Cardo junto al presidente de la Federación de Casas y Centros Regionales en Balears, Iluminado Largo, nos comentan que por estas fechas el cordero, el lechazo y las sopa de ajo son de rigor. Aquí encontramos los coros en pleno ensayo navideño.

En el Centro Gallego, en Can Pastilla, nos recibe su presidenta, María del Carmen González con una gran variedad de empanadas, de sardina, atún, carne, de pulpo o de manzana, aunque el plato estrella es el bacalao con coliflor. Una exposición de figuras de belén precede el que se ha montado en el comedor.

La Casa Catalana, de largo arraigo en Mallorca y ubicada en la calle Vinyassa, representa tradiciones gastronómicas que según su presidenta, Núria Dalmau, van desde la escudella a los rostits o la sopa de bolets y farcits.

En la Casa Valenciana su presidente, Antonio Manera, nos comenta que por Navidad la comunidad levantina come pollo relleno con albaricoques , sopa con carne y cordero al horno así como pastelitos de boniato.

El pescado es el plato habitual navideño en el País Vasco cuya casa se encuentra en el Coll den Rabassa. Según nos comenta Itxasu Esnal estos días se ha podido degustar desde el besugo y los variados pinchos junto al cordero y la compota a base de merluza cocida. Aunque las angulas, si el bolsillo lo permite también son un plato típico euskaldun. Este pescado asimismo forma parte de la gastronomía cántabra por estas fechas, según su presidente Carlos González junto a los caracoles con salsa picante, huevos, chorizo, pimientos y nueces. El cordero asado en cazuela y las torrijas con miel como postre son imprescindibles en los manteles así como el cocido montañés. En la vecina comunidad asturiana presidida por Ramón Luis Calderón destaca el picadillo y la boroña, que es pan de maíz, así como los mariscos en la costa y el cordero lechal en el interior. Como postre, el frisuelo, una especie de crepe dulce, es lo propio. Asimismo, la sidra cobra especial protagonismo en las reuniones de amigos que se forman en torno a los toneles de las bodegas.

Ya en tierras de Aragón, centro que se encuentra en la barriada de Son Armadans, presidido por Francisco Martínez, podemos encontrar de nuevo el besugo, en este caso al horno y las borrajas con almejas. Otro plato ineludible es el cardo santo, un variado de verduras con salsa de almendras y como postre las frutas con cobertura de chocolate. Como es habitual en todas las casas regionales también se ha montado aquí un gran belén ante el cual posan los niños de los socios en el descanso de un ensayo en la obra de teatro que representan.

En el centro de Murcia, su presidente Juan Pérez nos comenta que el guiso de pavo y el cocido de pelotas (grandes albóndigas de carne y piñones) son de rigor junto a las tortas de Pascua, además de los habituales mantecados.