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La evolución del sector aéreo en Balears durante este año que acaba arroja un saldo muy negativo. Nunca, hasta ahora, se habían destruido tantos puestos de trabajo y habían desaparecido en un mismo año tantas compañías aéreas con sede en nuestra Comunitat Autónoma.

La desaparición o el traslado de las compañías a otras comunidades lleva implícita la pérdida de una importante fuente de recursos económicos públicos, la tributación se realiza en el domicilio de la sede social, además de frenar el crecimiento en aquellas áreas de la investigación y la tecnología, ambas con un alto valor añadido que requieren personal con una alta cualificación. En la actualidad sólo quedan tres compañías con sede en Balears: Air Europa -la más potente y sólida-, Hola Airlines -con sólo un avión- y, por último, Spanair, cuyo futuro en las Islas todavía es muy incierto y que obliga al Govern a realizar un esfuerzo suplementario para evitar su salida.

La razones de la caída del sector aéreo son diversas, aunque todo indica que la mala gestión empresarial subyace como causa común en los diferentes cierres. Una expansión mal calculada y la falta de previsión de la coyuntural subida del combustible han acabado rápidamente con compañías que algunas de ellas llevaban ya muchos años volando y con unos resultados más que aceptables.

A partir de ahora sólo queda esperar que con el previsible remonte de la economía vuelvan a darse las condiciones idóneas para la recuperación de un sector en el que Balears siempre ha sido puntero en el conjunto de España, aunque también cabe esperar que los futuros proyectos dispongan de mayor seriedad y profesionalidad.