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A.CABOT «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros». Éste es el artículo primero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH); el resultado de cientos y miles de años de lucha que en 1948 quedó plasmado sobre el papel.

Sesenta años después, el paso del 2008 al 2009 ha significado dejar atrás el sesenta aniversario de la DUDH para entrar en el trigésimo año desde la fundación del grupo de Amnistía Internacional en Mallorca. Para celebrar dichas fundaciones, el grupo de Amnistia Internacional Mallorca organizó ayer un acto conmemorativo en el Teatre Xesc Forteza. La dinámica del acto, que fue presentado por Aina Moreno y Aina Cortés, fue la de intercalar lecturas de los artículos de la DUDH con diversas y heterogéneas actuaciones de artistas del ámbito balear.

El coordinador de Amnistía Internacional en Mallorca, Francesc Segura, recordó que en los 30 años que han transcurrido desde la llegada de Amnistía Internacional (AI) a Mallorca, «cuando la conformaban un grupo de cinco personas», se ha luchado por varias causas y se han obtenido resultados, pero no son suficientes: «la situación en el mundo todavía deja mucho que desear, pues se han conseguido cosas importantes pero quedan grandes retos que abordar en cuanto a materia de derechos humanos», afirma rotundamente.

Más que un acto de celebración, la intención de AI es la de «hacer una llamada a la gente para que adopte una postura más activa».
Ante lo obtenido en los últimos 60 años, como la abolición de la pena de muerte en más de dos tercios del planeta, el reconocimiento de tratados internacionales o los derechos de la mujer; Segura recuerda los «fracasos actuales» como los conflictos de Gaza, Darfur, el Congo o el Sáhara Occidental». Incluso aspectos más presentes en nuestra sociedad, como «la violencia machista o la discriminación por cuestiones de raza, religión o condición sexual».