Ayer se abrió al público la estación interurbana de autobuses, integrada en la intermodal de la Plaça d'Espanya, junto con el metro y los trenes. Un primer día en el que la valoración de los cerca de 300 usuarios que pasaron por ella fue excelente.
Los aspectos mejor valorados por los usuarios fueron los paneles informativos en los que se especifican con claridad la dársena desde la que sale cada autobús y su destino. La limpieza y amplitud de la estación, así como la calidad del aire, nada enrarecido por el humo de los motores de los autobuses, también gustaron mucho a los usuarios.
Dos personas del servicio de información permanecían ayer en la estación de Eusebi Estada «para informar del cambio a los despistados». Tres personas más, ya en la propia estación intermodal, respondían a las dudas de los usuarios, en particular de los no residentes, que fueron los más inseguros.
Los minusválidos cuentan con acceso a la estación a través del ascensor. Además la superficie cuenta con diversas texturas para indicar el acceso a las puertas de los autobuses a las personas con deficiencias visuales.
Los servicios, la accesibilidad, la información y el diseño, en general fueron del agrado de los ciudadanos que ayer estrenaron la intermodal al completo, tras cerca de un año y medio de reparaciones que han costado 4'9 millones al contribuyente.
La demanda anual de transporte público por carretera en Mallorca es de cerca de 10 millones de pasajeros. La interurbana operará 25 líneas en invierno y 29 en verano, con acceso a las principales zonas costeras de la Isla.
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