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LAURA MOYÀ El Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) quiere convertir Ca l'Ardiaca en un centro de referencia. Tras cerrar una opción de compra con los propietarios que poseen el 70 por ciento de la possessió y rubricar un protocolo con Es Refugi, que tiene el 30 por ciento restante, la institución iniciará las obras para mejorar las instalaciones del centro. El objetivo: que a finales de año esté a pleno rendimiento.

La adquisición de la antigua possessió, por la que el IMAS pagará 680.000 euros, permitirá ampliar las dependencias actuales de Ca l'Ardiaca. El centro de día y el comedor contarán con entre 20 y 30 plazas nuevas, que se complementarán con las 80 que gestiona el IMAS y las 60 de Es Refugi. Además, se reordenarán los espacios existentes y se mejorarán los dispositivos asistenciales. Los servicios que actualmente se ofrecen se mantendrán.

Además de las mejoras en los servicios asistenciales, el IMAS pondrá en marcha en Ca l'Ardiaca un centro de formación, que compartirá espacio con oficinas de la institución. Según Jaume Garau, presidente del IMAS y conseller insular de Benestar Social, el objetivo es «que sea un lugar vivo» en el que «puedan desarrollarse diferentes actividades» como, por ejemplo, conferencias. La finalidad: «Que el centro no se asocie con la marginalidad y sí con la integración», en palabras de Garau.

No será la única novedad que se desarrollará en Ca l'Ardiaca. Desde el IMAS se quiere trabajar en la búsqueda de nuevas vías para que sus usuarios «puedan encontrar un trabajo». «La capacidad laboral de muchos de los ciudadanos que pasan por el centro es normal. Por eso queremos intentar encontrar una solución para que puedan volver al mercado laboral», explicó Garau.

En la actualidad, Ca l'Ardiaca asiste a diversos colectivos. Por una parte, a personas que no tienen por el momento un trabajo. Por otra, a ciudadanos en riesgo de exclusión social, tanto autóctonos como inmigrantes comunitarios, sin problemas de adicción a las drogas o al alcohol. El último módulo está destinado a drogadictos en activo. Es Refugi ocupa una parte de las instalaciones y el IMAS, otra. Sin embargo, la institución, que depende del Consell, colabora económicamente en todos los servicios que se ofrecen.