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PATRICIO CANDIA/RUIZ COLLADO

Los hoteleros de Balears han renunciado a litigar en el Tribunal Supremo contra el impuesto sobre pernoctaciones en alojamientos turísticos, más conocido como 'ecotasa', tras el centenar de sentencias desestimatorias de sus tesis dictadas por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB).

Según ha confirmado a Ultima Hora el abogado de la patronal hotelera de Mallorca, Joan Buades, ningún empresario del sector de alojamiento ha recurrido en casación las sentencias dictadas en el TSJB. «No me consta de que alguno de ellos hubiese optado por ese camino», dijo el letrado.

La Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJB sigue rechazando los argumentos jurídicos de los hoteleros de las Islas, y ha rechazado todos y cada uno de los recursos presentados en contra del impuesto a través de resoluciones que siguen, todas, un mismo patrón argumental.

Después de más de cinco años de estar derogado el impuesto y tras una primera sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) en contra de los recursos planteados por las asociaciones empresariales, los hoteleros de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera tienen todavía pendiente de pago un total de 19.071.930 de euros de la ecotasa a la Conselleria d'Economia i Hisenda.

Recaudación

Esta cantidad representa el 21,20 por ciento del total contraído en el período de aplicación del impuesto turístico (89.968.212 de euros), que estuvo operativo desde el 1 de mayo de 2002, aprobado por el anterior Govern del Pacte de Progrès, hasta octubre de 2003, fecha en la que el Govern presidido por Jaume Matas, aprobó su derogación, tras su tramitación parlamentaria.

Desde que se dictó la primera sentencia del TSJB, en marzo de 2005, se produjo un aumento de peticiones para aplazar el pago por parte de los hoteleros.

Ha sido la formula más generalizada que adoptaron los empresarios, con un plazo máximo de tres años, pese a que ello les supuso pagar un interés de demora del 5 por ciento anual. Los que siguieron la opción de no pagar y avalar bancariamente el pago, han tenido que desembolsar anualmente un 25 por ciento más por el simple hecho de decantarse por esta fórmula.

Las sentencias del TSJB han desmontado de raíz todos los argumentos esgrimidos por las asociaciones hoteleras de Mallorca, Menorca y Eivissa-Formentera para recurrir el pago de la ecotasa.

Así, el TSJB indica en sus resoluciones que ««desde la perspectiva de los hechos imponibles del IVA y de la ecotasa, no puede admitirse la concurrencia de doble imposición que se denuncia (por parte de la patronal hotelera), ya que son distintos los elementos objetivo y subjetivo del hecho imponible». Y se añadía que con la ecotasa, «no se pretende gravar ni la prestación de servicios que se efectúan en alojamientos turísticos, ni siquiera la también prestación de servicios representada por la puesta a disposición de los usuarios de la habitación y otras dependencias a cambio de un precio, sino que tan sólo persigue captar la capacidad económica que genera el turista que visita las Islas y se desplaza en su territorio». Después de la sentencia, cadenas y hoteleros comenzaron renegociar con el Govern el pago del impuesto.

Los hoteleros de las Islas entendieron desde el primer momento que la ecotasa incurría en una doble imposición, de ahí los recursos que se han planteado, pero según las sentencias del TSJB, «desde la perspectiva de los hechos imponibles del IVA y de la ecotasa, no puede admitirse la concurrencia de doble imposición, ya que son distintos los elementos objetivo y subjetivo del hecho imponible». Al final, los hoteleros, a la vista de los recursos desestimados, han optado por renunciar a la vía del Supremo.

Que la 'ecotasa' fue un impuesto inoportuno, nadie lo discute; otra cosa bien distinta es saber si este gravamen era o no legal. Los tribunales han venido, de forma reiterada, dando carta de naturaleza una carga tributaria cuestionada por el sector, pero a la que no se puede poner la más mínima objeción. Lo que importa, ahora, es saber si los hoteleros pagarán los cuantiosos atrasos que deben en concepto de un impuesto que ya es historia.