Más de 3.000 creyentes de Balears asistieron ayer a la última jornada de la asamblea anual que celebraron los Testigos de Jehová en el Palma Arena.
El encuentro tuvo como eje central la conferencia de Javier Cáceres, un ministro ordenado de la citada confesión, titulada: «Los Testigos anuncian que el fin de este mundo llegará pronto».
«No se trata del fin del mundo en un sentido literal, sino del final de este mundo marcado por la maldad y la corrupción. Lo sabemos porque se deduce de las profecías que aparecen en la Biblia», aseguró Carlos Bustos portavoz de esta confesión.
«La angustia de naciones es la señal de que el fin se acerca: el cambio climático, pandemias como la gripe A, la crisis... El hombre ya no controla la situación», dijo.
Los Testigos de Jehová están inscritos en el registro de entidades religiosas desde hace 39 años, aseguran, y desde hace dos años el Ministerio de Justicia les ha reconocido la condición legal de notorio arraigo.
«Con todo, no tenemos derecho a ningún tipo de subvención y es poco conocida la labor social, educativa e integradora de los Testigos de Jehová», aseguró Bustos.
Los Testigos de Jehová cuentan en Palma con seis sedes o «salones del reino». Asimismo, tienen sede en Inca, Manacor, sa Pobla, Son Servera, Felanitx, Llucmajor y Sóller.
Bustos especifica que las aportaciones económicas que realizan los fieles «son voluntarias».
«Hay testigos que tienen negocios y dinero, y otros son humildes y carecen de medios», afirmó.
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