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Mallorca ofrece al turista diversas excursiones para dar a conocer sus rincones más emblemáticos.
Entre toda la oferta de viajes, la excursión más solicitada es la conocida como 'Vuelta Isla', un recorrido que comienza en Palma y finaliza en sa Calobra, utilizando para ello diversos medios de transporte con una amplia frecuencia horaria, siendo la primera salida a las 8.00 horas y el último tren para llegar a Palma a las 19.00 horas.

La Plaça d'España es el lugar de inicio, ya que en ella se encuentra la estación del tren que te lleva a Sóller. El ferrocarril viene a recordar al lejano oeste y por su vía estrecha atraviesa diversos túneles, consiguiendo con ello un paseo de lo más atractivo cuando sale al exterior y hace parada en el Mirador de Pujol d'en Banya, lugar desde el cual se puede divisar todo el pueblo de Sóller.

Tras 50 minutos de recorrido se llega a Sóller, donde la iglesia es uno de los monumentos de parada obligatoria y es allí donde se coge el segundo medio de transporte: el tranvía, muy similar al utilizado en Lisboa actualmente.

Durante 20 minutos de trayecto y un incesante traqueteo, los turistas pueden disfrutar del paisaje típico del municipio, donde destacan sus naranjos, y teniendo como destino final el Port de Sóller.

Una vez allí, el pasajero puede disfrutar de su playa mientras degusta el helado típico haciendo la espera más dulce del barco que les conducirá a sa Calobra.

Preparados con sus neveras, o la bolsa del picnic dada en el hotel , los turistas aguardan cola a la espera del barco. A pesar del calor, muchos son los que optan por disfrutar del paseo en la parte superior de la embarcación, disfrutando así de las vistas que le ofrece y aprovechar para broncearse.

Dejando atrás el Port de Sóller, y tras una hora de trayecto, se llega al final del viaje: sa Calobra.
Una vez allí los bocadillos y las bebidas abundan a lo largo y ancho de la playa, así como en las zonas adaptadas para picnic. Pero para los que prefieren comer a mesa puesta, varios son los restaurantes que ofrecen un servicio de buffete con gran variedad de platos a la hora de elegir. Con el hambre ya saciado, los turistas visitan el Torrent de Pareis, un rincón muy emblemático donde muchos pasajeros aprovechan para hacer la siesta, aunque sin relajarse demasiado, ya que es a las 16.45 la hora del último barco que regresa al puerto e iniciar allí el retorno hasta Palma.

Después de diez horas de viaje, el turista ha podido descubrir gran parte del este de la Isla, tanto interior como zona costera, así como disfrutar de su gastronomía e incluso poder realizar algunas compras típicas para tener así un recuerdo garantizado, además de la experiencia.